¡IMPONER EL MAOÍSMO, APLASTAR EL REVISIONISMO!

7/8/16

APUNTES SOBRE LA REVOLUCIÓN ECUATORIANA





*Documento Central para el GRAN BALANCE POLÍTICO GENERAL
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Este documento hará historia. Y lo decimos sin pretensión alguna, solo que en él se tratan abiertamente temas que dentro de la izquierda tradicional han sido un tabú, algo que a la militancia y las masas les estaba prohibido conocer y opinar. Pero va llegando la hora de plantear estos temas abiertamente.
Pasarán tres importantes momentos desde su publicación: el primero, hasta que este documento llegue a ser leído por todos sus destinatarios; el segundo, hasta que las personas a las que va dirigido se decidan a debatir entre ellos los temas planteados; y, tercero, hasta que después de debatirlo y sacar conclusiones sólidas, se las confronte con la realidad y la práctica social concreta.
Entonces, habrá dado su fruto el árbol de la teoría comunista, fruto nutritivo y sabroso que será el alimento político de nuevas  generaciones de revolucionarios en el país, a ellos, que son la esperanza de este gran cambio por venir, está dedicado el presente trabajo.
-El mundo en el siglo XXI
Que el mundo actual está lleno de injusticias y contradicciones, de pobreza, corrupción, guerras y epidemias, es una realidad irrefutable. En términos generales se acerca el derrumbe del sistema imperialista! El Presidente Mao Tsetung planteaba que, tomando en cuenta que a la burguesía le tomó cerca de 300 años instalarse definitivamente en el poder, el proletariado requeriría de aproximadamente 200 años para conquistar el poder en todo el mundo, años que comienzan a transcurrir desde la gloriosa Comuna de Paris en 1871. Es decir, nos encontramos en la recta final de este viejo sistema, pero cuidado con ser idealistas, hay que ser materialistas, la historia no se mide en días o semanas, ni siquiera en meses o un par de años, sino en DÉCADAS. Son las últimas décadas del imperialismo y todo su sistema de corporaciones, gobiernos serviles y ejércitos opresores.
El Ecuador no escapa a esa gran crisis del imperialismo. Como un país de capitalismo burocrático y con un gobierno fascista, vivimos sometidos a las industrias monopólicas extranjeras; con una producción nacional petrolera sujeta a los vaivenes del mercado internacional; con una producción agrícola arcaica: de grandes haciendas, partidarios y campesinos pobres; en un sistema político podrido y lleno de corrupción; con una creciente pobreza de las masas.
Ahora bien, que el mundo capitalista está en decadencia y se acerca su final es algo muy evidente, que hasta cualquier intelectual burgués lo puede aceptar. El problema, el gran problema, siempre ha sido el ¿QUÉ HACER?, que pueden hacer los comunistas, los revolucionarios, desde las actuales condiciones del Ecuador, desde sus propias condiciones personales, sin caer en izquierdismo o derechismo, para desarrollar el movimiento revolucionario en el país de acuerdo al contexto actual.
-El movimiento, los líderes y la revolución
Cuando leemos los relatos históricos de las revoluciones rusa y china, inmediatamente quisieramos repetir dichas hazañas en nuestro país, casi como introduciéndonos en el papel de los grandes líderes proletarios que condujeron estos procesos revolucionarios. Sin embargo, las cosas no funcionan así.
El materialismo histórico nos enseña que primero es la materia, luego la idea, primero es el movimiento de las masas, luego los líderes. Esto aparentemente tan sencillo puede ser el inicio de grandes confusiones ideológicas y derrotas políticas. Veamos.
Carlos Marx y Federico Engels, fundadores del comunismo científico, fueron el producto de una larga e intensa etapa de luchas del proletariado europeo en el siglo XIX, que ellos pudieron ver y vivir directamente, siendo su punto más alto la Comuna de París de 1871. A eso se suma que en el siglo XIX el capitalismo todavía era “revolucionario” e iba en ascenso en todo el mundo, combatiendo al feudalismo/esclavismo, como en las Guerras de Independencia Hispanoamericanas, la Gran Guerra Civil de los EEUU en 1864, etc. Fue ese contexto histórico el que creó las condiciones para que se formaran los primeros líderes del proletariado y para que se diera ese grandioso acontecimiento que fue la Comuna de París.
Luego tenemos a Lenin y Stalin, máximos dirigentes de la revolución rusa. Rusia hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, tenía un gran movimiento de masas proletarias que en muchos casos luchaban de forma espontánea. Cientos de huelgas se producían cada año a lo largo y ancho del extenso territorio ruso. Es ahí donde se van agrupando los intelectuales de izquierda en el movimiento conocido como bolcheviques, es decir sobre la base de un movimiento de masas en franco desarrollo: entre 1881 – 1886 se produjeron 48 huelgas con un total de 80.000 huelguistas; las huelgas de 1903 involucraron a 200.000 trabajadores; 222 huelgas en 1910 y más de 2.000 huelgas en 1912 con la participación de cerca de 400.000 obreros.  Y además, con excepcionales condiciones geopolíticas que se desataron con la guerra ruso-japonesa de 1904/1905 y después tras el inicio y desarrollo de la Primera Guerra Mundial imperialista. La Gran Revolución Socialista de Octubre no es obra de la voluntad de unos cuantos líderes, sino de las condiciones históricas concretas que pusieron a Rusia momentáneamente a la vanguardia de la revolución mundial.
Con la Revolución China es muy similar. A comienzos del siglo XX en ese país se sucedían decenas de rebeliones campesinas contra el poder de los terratenientes, muchas de esas rebeliones eran espontáneas y acababan con el arresto y asesinato de miles de campesinos pobres. China era un país súmamente convulsionado, con la guerra de los “Bóxers” (1899 – 1901), la Revolución de Xinhai de 1911 (la cual derrumbó la monarquía en China), la Primera Guerra Mundial imperialista y el influjo socialista de su vecino la naciente Unión Soviética en 1922. 
En medio de todo ese hervidero político, nace el Partido Comunista de China y el liderazgo creciente de Mao Tse Tung, que se va fortaleciendo en medio de cientos de rebeliones campesinas, insurrecciones obreras, la masacre y repliegue de 1927, la Gran Marcha, la invasión de Japón, el inicio y desarrollo de la Segunda Guerra Mundial imperialista…es decir, con extraordinarias condiciones históricas favorables. Para comprender la magnitud del movimiento de masas de China en esos años, basta conocer que desde enero de 1922 hasta febrero de 1923, se realizaron más de 100 huelgas que involucraron a aproximadamente 300.000 trabajadores.
Y si queremos otro ejemplo más, tenemos la Guerra Popular del Perú. Si retrocedemos a 1960, que son los años donde comenzó a forjarse el PCP en reconstitución y el contexto para la revolución, vemos que en este país hubo un importante movimiento de masas campesinas, obreras y estudiantiles en lucha permanente, sostenida y en ascenso.
Son los tiempos donde las Universidades públicas del centro y sur del país se convierten en centros de intensos debates filosóficos y políticos de un movimiento estudiantil claramente inclinado hacia la izquierda, en los que el magisterio peruano paralizaba al país, tenía congresos ideológicos y combatía gobiernos abiertamente. Para entender todo esto, habría por ejemplo que leer noticias sobre la rebelión campesina y estudiantil de Huanta en 1969 [contra el gobierno del General Velasco Alvarado], prácticamente una pequeña guerra civil.
Como vemos, el PCP, el Presidente Gonzalo y otros líderes históricos son el producto de unas condiciones de la lucha de clases muy favorables en el Perú en la segunda mitad del siglo XX. No quita méritos a los líderes, al contrario los líderes superieron dirigir ese gran descontento social.
En conclusión, primero es el movimiento de masas y luego los líderes y el Partido. O acaso  ¿se conoce algún proceso revolucionario en el cual los líderes hayan sido los creadores del movimiento de masas?
Esto traducido a la revolución ecuatoriana: cuantas veces hemos querido, como líderes revolucionarios, crear “artificialmente” un poderoso movimiento de masas…y, como no podía ser de otra manera, NO ha funcionado!
Las masas no se mueven por la voluntad de tal o cual líder, ni siquiera del mejor y más capacitado, sino por sus intereses económicos, por sus necesidades, por sus derechos y esto a su vez esta condicionado al grado de agudeza de la crisis del sistema que puedan soportar. Una cosa es una gran crisis donde los desempleados sumen millones, la inflación se cuente en cifras de 2 y 3 dígitos, etc., y otra cosa distinta es una crisis fuerte pero que sin embargo las clases dominantes puedan “torearla”, en la cual la gente de uno u otro modo todavía tiene algo que comer, tiene ropa, tiene cosas básicas de sobrevivencia.
Para que las masas realmente estén dispuestas a levantarse contra el sistema y dar oídos a los líderes revolucionarios, debe haber una gran crisis económica y política previa, tal como sucedió en la Comuna de París, la Revolución Rusa, la Revolución China y la Guerra Popular del Perú. Sin esa gran crisis previa, todo intento por generar “rebeliones artificiales” está condenado al fracaso. El capitalismo, por su propia naturaleza, siempre está en crisis, pero hay que determinar con precisión los períodos en los que dichas crisis se agudizarán al extremo, ahí es donde podremos actuar con mayores probabilidades de éxito político revolucionario.
Adicionalmente a esto, la crisis del capitalismo no es igual en todas partes, se expresa de una forma e intensidad diferente en los países imperialistas, en los países de capitalismo burocrático, y de un país a otro, de un contexto a otro, con profundas variaciones de tiempo y espacio.
En el Ecuador hay crisis, crisis del capitalismo burocrático que no ha podido ni podrá resolver el gobierno de Correa pues es parte de las clases dominantes. Sin embargo, todavía es una crisis de mediana intensidad, en las que las clases dominantes pueden serguir gobernando con uno que otro ajuste, y en la que el pueblo todavía no está lo suficientemente preparado (pobreza extrema, hambre, desempleo masivo, inflación insostenible…) como para levantarse en rebelión contra el sistema. [En este periodo, puede haber una que otra lucha, pero todavía son luchas pequeñas, escasas y dentro del sistema]. Esa gran crisis económica y política está por venir, como un terremoto que sacudirá las bases de este viejo sistema, es ahí donde podemos entrar los líderes revolucionarios para dirigir el torbellino de masas que nacerá por todos lados, es por tanto un deber estudiar y conocer a fondo la economía y la política del Ecuador para, de la forma más científicamente posible, determinar la década y el conjunto de años futuros en los que aproximadamente inicie la nueva gran crisis en el país.
-El movimiento popular en el Ecuador
En este período se vive una inflexión del movimiento de masas, la revolución está replegada. Sin embargo, algunos revolucionarios plantean que vivimos un momento de “acenso de la lucha de las masas”, es decir que la inflexión quedó atrás. Veamos. Periodos de ascenso eran por ejemplo los años 60 y 70 del siglo pasado, en donde el movimiento obrero se tomaba fábricas, realizaban huelgas que terminaban incluso en masacres como la de Aztra en 1977; el movimiento campesino desarrollaba importantes y numerosas acciones de lucha contra el huasipungo…el movimiento estudiantil universitario estaba cláramente dirigido por la izquierda maoísta y participaba combativamente de la lucha social como sucedió con la FEUE de Quito en la presidencia de Milton Reyes, o con la toma y masacre de la Casona Universitaria en Guayaquil en 1969.
Otro período de ascenso es el comprendido entre los años 1990 – 2005. Tenemos los sucesivos levantamientos indígenas y campesinos de 1990/1992; las poderosas y combativas luchas estudiantiles en defensa del laicismo en 1994, las caídas de los gobiernos de Bucaram en febrero de 1997, de Jamil Mahuad en enero del 2000, de Gutiérrez en abril del 2005…y en todo este período una gran cantidad de paros, huelgas de maestros, marchas estudiantiles.
A partir del año 2006 viene un proceso de repliegue, de inflexión, el movimiento popular es severamente cooptado por el viejo Estado y la burguesía burocrática, bajo la propuesta fascista de la Revolución Ciudadana y la Asamblea Constituyente.
En la actualidad el movimiento popular ha perdido gran parte de su poder de movilización, lo que vemos son algunas pequeñas y puntuales luchas sociales, por ejemplo las marchas de las capas medias y altas de la pequeña-burguesía en Quito, Guayaquil y Cuenca en contra del proyecto de la Ley de Herencias y Plusvalía; las pequeñas marchas de algunos maestros, sindicatos e indígenas “lideradas” por direcciones oportunistas y revisionistas [ex – MPD, PK, FUT], entre otras acciones y jornadas concretas.
El movimiento obrero se encuentra muy golpeado; tras largos años de ser “dirigido” por revisionistas y oportunistas, se halla de cierta forma empantanado en la lucha economicista y en torno a las elecciones burguesas…; sin embargo, hay una experiencia sindical de nuevo tipo, la del Frente de Defensa de Luchas del Pueblo. El movimiento campesino también está debilitado, pero es un poco más combativo y numeroso tal como lo demostró la experiencia del Paro del 13 de Agosto en las provincias de Cotopaxi, Loja y el Oriente. El magisterio destruído. Si vemos el movimiento estudiantil universitario está en una profunda inflexión, desorientado, incluso algunas franjas son arrastradas hacia posiciones reaccionarias. El movimiento estudiantil actúa conforme al movimiento obrero y campesino: cuando estos son fuertes, el movimiento estudiantil [pequeña burguesía] se radicaliza, se ve arrastrado a la lucha de clases, y a la inversa, cuando el movimiento obrero y campesino son débiles, entonces el movimiento estudiantil también se debilita, se dispersa.
¿En dónde están este momento las grandes masas? Importantes sectores populares están desorientados, con desconfianza, refugiados en la religión, en su propio trabajo, en el apoliticismo, en un contexto que amortigua los antagonismos de clase y por ende frena la lucha de clases.
La generación de jóvenes que actualmente tienen entre 15 y 25 años es, a grandes razgos, una generación perdida: crecieron embrutecidos con la propaganda fascista de Correa, en medio de las redes sociales y su alta incidencia imperialista, atrapados en los juegos electrónicos y en las drogas. Nada o casi nada de asambleas estudiantiles, de marchas, de tomas de colegios o universidades, de contacto directo con el movimiento obrero y campesino. A esta generación les vendieron la idea de que un mundo mejor se conseguiría “luchando” por los “derechos” de los animales, en la defensa de los perros callejeros, para que no “torturen” a los toros en las corridas, para que no utilices ropa con lanas de ovejas, etc, etc. Y cuando se les habla de los derechos de los obreros y campesinos, simplemente regresan a ver para otro lado, no les interesa. No son todos, eso es imposible, pero la tendencia es fuerte. 
En conclusión, esas son las razones por las que planteamos que en este período de la política y la sociedad ecuatoriana, vivimos una INFLEXIÓN DEL MOVIMIENTO DE MASAS, CON ALGUNOS EPISODIOS CONCRETOS DE LUCHA SOCIAL.
Desde luego esto no va a durar para siempre, pues como enseña la dialética todo está en constante cambio y movimiento. Conforme se profundice la crisis económica del capitalismo burocrático en el país y se agudicen las contradicciones inter-burguesas e inter-imperialistas, entonces poco a poco se volverá a estructurar un gran movimiento de masas.
-El marxismo en el país
El desarrollo del marxismo en el país ha tenido un proceso limitado. El triunfo de la Revolución Rusa en 1917 produjo un gran impulso del socialismo científico en todo el mundo y, por supuesto, en el Ecuador. Sin embargo, el marxismo no fue acojido en un principio por el naciente proletariado, sino fundamentalmente por el ala radical de los liberales, que de la noche a la mañana se declararon “socialistas”. Esto trajo serias repercusiones en el desarrollo del marxismo en el país, pues dichos liberales “radicales” nunca se proletarizaron ideológicamente y arrastraron un eclecticismo entre socialismo y capitalismo, tenían de un lado y del otro.
De ahí las incoherencias políticas que se daban en el Partido Socialista y Partido Comunista, desde alianzas con sectores conservadores, cretinismo parlamentario, rechazo a la cuestión militar revolucionaria hasta la concepción del “partido de masas”.
El PCMLE aporta un poco en el desarrollo del marxismo, levanta la defensa de Stalin en los años 60, publica incluso el Libro Rojo de Mao Tsetung. Sin embargo, nunca pudo deshacerse del todo de las viejas prácticas y concepciones del PC que finalmente lograron imponerse en su interior y transformarlo en un partido oportunista.
El PCE – SR y el Comité de Reconstitución del PCE aportan haciendo un análisis del país bajo la luz del marxismo, hay defensa del maoísmo como nueva y superior etapa con importantes acciones de agitación y propaganda. No obstante, su incidencia todavía es muy limitada.
A nivel de la intelectualidad ecuatoriana hay varios momentos: en los años 40 y 50, una gran franja de profesores universitarios y autoridades académicas se vuelcan hacia el socialismo. En los años 70 hay simpatías hacia el maoísmo y su creciente influencia en todo el mundo. Luego vienen los años 90 y el “desencanto”, la confusión y la búsqueda de respuestas en las corrientes existencialistas, religiosas y en el mismo capitalismo. De ahí para acá se viene un rechazo al marxismo, quizás lo defiendan como método de análisis pero de ninguna manera como herramienta transformadora del mundo.
Además, entre la intelectualidad que se hace llamar de izquierda, ha existido una fuerte tendencia a priorizar el “movimiento” por sobre el “fin”. Así por ejemplo, siempre se han arrimado a proyectos y procesos donde habían masas, sin importar si eran proyectos socialdemócratas e incluso fascistas. Ejemplos de esto son el apoyo del viejo PCE a Velasco Ibarra y al General Guillermo Rodríguez Lara, y del PCMLE a Lucio Gutiérrez y Rafael Correa. Esto es lo que Lenin denomina la esencia del revisionismo: “el movimiento lo es todo, el fin no es nada”. Los oportunistas en el país cayeron en esta severa desviación política [desde hace muchos años] y lo seguirán haciendo pues de eso viven y lucran.
Los revisionistas han generado y generan mucha confusión en las filas del pueblo. Durante largo tiempo plantearon que Cuba era “socialista”, que Venezuela iba hacia el “socialismo” con Chávez, que Obama sería “menos imperialista” por el hecho de ser afroamericano, etc. Hoy en día se hacen eco del discurso imperialista de que José Mujica es la “verdadera izquierda” y que Nelson Mandela fue “un gran luchador de la libertad”, todo esto para apartar a la juventud del ejemplo histórico de líderes revolucionarios como Stalin, Mao Tsetung o el presidente Gonzalo a quienes tildan de “sanguinarios”, “terrorismo”, etc.
Actualmente la izquierda está dispersa en pequeños grupos, con diferentes denominaciones, geográficamente distantes, lanzando golpes aislados. Existe ausencia de programa unificador y de líderes que proyecten. Hay momentos en que se presentan ciertos brotes de izquierdismo, como si podríamos “acelerar” la historia con la sola voluntad y las “ganas revolucionarias”.
Para que el marxismo prenda en las masas populares y se convierta en fuerza transformadora se requieren llevar a cabo varias tareas, entre ellas destaca como prioridad la difusión de los libros del Presidente Mao Tsetung. “Sin teoría revolucionaria, no hay movimiento revolucionario”, enseña Lenin. Y esto es así, por eso una de las tareas principales de los bolcheviques era precisamente la introducción a Rusia de las obras de Carlos Marx y Federico Engels.
No importa cuanto esfuerzo, tiempo y dinero se inviertan, las obras del Presidente Mao Tsetung deben ser publicadas y entregadas a sindicatos, comunidades, federaciones, gremios, bibliotecas, centros culturales…Las masas populares necesitan armarse ideológicamente. Si realmente se quiere levantar a las masas contra este viejo sistema, entonces hay que cumplir con esta tarea.
Además, comprender mejor el desarrollo de los cuadros, vale echar un vistazo a los procesos históricos: los cuadros, los militantes eran personas con  un importante acervo cultural, líderes locales, artistas e intelectuales, bien presentados. Al fin y al cabo, eran representantes del proletariado, la clase más avanzada y última de la historia.
Más aún, si vemos la composición del Comité Central del PCP de los años 70 y 80, podemos ver además de grandes comunistas, a personas con una importante preparación profesional. Ellos ya lo sabían que en caso de triunfar se requerirían líderes comunistas profesionales para construir la estructura del nuevo Estado. Aprendizaje: un sector de los cuadros, además del compromiso ideológico, deben ser técnicamente aptos, se requieren profesionales para construir la Nueva Sociedad.
Sobre la construcción del Partido Comunista en el Ecuador hay mucho camino todavía por recorrer. El PCE – SR tiene importantes experiencias de trabajo campesino, militar y ahora sindical; representa un sector de comunistas fraguados, sinceros y con perspectiva; sin embargo, en ocasiones hay una cierta tendencia al izquierdismo. En el caso del CR del PCE se han realizado importantes aportes a la causa de la revolución como el tema del programa democrático de nuevo tipo, el periódico ND, entre otros. Ciertos errores de mecanicismo político y voluntarismo han impedido su continuidad en el escenario nacional.
-El programa
Pretender la rebelión de las masas sin contar con un programa mínimo, es tanto como pretender que alguien se case con nosotros sin siquiera conocernos. Simplemente no funcionará. Por ende, se hace necesario el programa comunista como bandera de agitación, lucha y direccionamiento de las masas. En este periodo comienzan a abrirse fuertes fisuras en el proyecto fascista de Alianza País, la burguesía compradora no tiene más propuestas que el gobierno neoliberal clásico y el revisionismo le apuesta a un gobierno socialdemócrata que no resuelve en nada la crisis del país. AHORA es cuando el proletariado debe levantar su programa, que corresponde a la revolución democrática de nuevo tipo. A continuación la propuesta para ser debatida y confrontada con la realidad:
-Por la República Popular de Nueva Democracia
-Independencia nacional, expulsión del imperialismo
-Industrialización y tecnologización del país
-Confiscación de los grandes bancos y empresas monopólicas
-Entrega de las grandes haciendas a los campesinos:  “tierra para quien la trabaja”
-Defensa y apoyo a las PYMES (pequeñas y medianas empresas)
-Plena Vigencia de los Derechos y Libertades del Pueblo
-Nueva Cultura de masas, democrática, científica y progresista
-Laicismo y libertad de creencias, a creer así como a ser ateo
-Consejo del Pueblo, representado por obreros, campesinos e intelectuales progresistas
Entender el tema del programa revolucionario es vital en todo proceso de lucha. Pretender que el pueblo nos siga e incluso entregue la vida de sus mejores hijos e hijas así nomás, así porque sí, es un absurdo. Primero, porque las masas luchan sobre la base de objetivos y propuestas concretas, vinculadas a sus necesidades económicas, sociales y políticas. Segundo, porque un programa para una lucha revolucionaria, equivale a la brújula y el mapa para un marinero en alta mar, herramientas sin las cuales su barco perdería rumbo hasta encallar. Tercero, porque los comunistas y revolucionarios no somos unos simples contreras, así como criticamos y combatimos al sistema también tenemos propuestas, y éstas son científicas, de calidad y muy viables con el Nuevo Poder. No olvidar las enseñanzas del Presidente Mao Tsetung: “La revolución tiene un lado de destrucción y otro de construcción, siendo principal el segundo”.
-La cuestión militar
Que el poder nace del fusil, es un hecho histórico que nadie puede desconocer. Militares y policías son quienes en verdad sostienen el poder del Estado, obviamente con las formalidades de un gobierno de turno, las leyes, la Iglesia, etc.
Si realmente se quiere derrumbar este viejo sistema, no hay otra forma que la lucha armada [entendida como Guerra Popular], pero reconocer esta realidad histórica y científica actual es apenas el primer paso de miles más que hay que dar en esa dirección.
El Ecuador no tiene muchas ni significativas experiencias al respecto. Repasemos el siglo XX.
El tema de la lucha armada siempre fue un tabú dentro de la izquierda ecuatoriana. Quizás el origen de esta tara política lo podemos encontrar en la forma en que nació el marxismo en el país, de la mano de los liberales radicales influenciados por el triunfo de la revolución rusa.
En 1922 se desata la Huelga General de Noviembre, el día 13 los sindicatos toman el control de la ciudad de Guayaquil, la fuerza pública se repliega; hay intentos de desarmar a la policía, luego saqueos hasta que finalmente ingresa el Ejército y viene la masacre del día 15. Este hecho sangriento “radicalizó” a un sector del Partido Liberal, que ya venía “radicalizándose” con las noticias del triunfo bolchevique en Rusia, por lo que decidieron volverse “socialistas” y fundaron el PSE en 1926.
En la rebelión conocida como la “Gloriosa”, de Mayo de 1944, las masas populares y un sector del Ejército se levantan contra el gobierno de Arroyo del Río, principalmente en la ciudad de Guayaquil, donde la Guarnición militar entrega fusiles a la población. Las masas combaten fusil en mano contra los Carabineros y los arrinconan en el Cuartel General de Policía el día 28, hay combates durante toda la noche hasta que las masas logran ingresar y son asesinados casi un centenar de carabineros que al momento se encontraban allí. El pueblo combate… Pero aquí viene el nefasto papel del viejo Partido Comunista del Ecuador: por un lado deciden formar parte de la Alianza Democrática Ecuatoriana, un frente político donde estaban socialistas, liberales y hasta conservadores; por otro lado apoyaron la “nueva” presidencia del oligarca Velasco Ibarra sumándose a la Asamblea Constituyente burguesa de 1945. Finalmente el mismo Pedro Saad y demás dirigencia “comunista” junto a los militares recorrieron las barriadas y periferias  guayaquileñas pidiendo a las masas que devuelvan los fusiles al Ejército.
En las décadas de 1960 y 1970, bajo el impulso e imponente ejemplo de la China socialista con la guía del Presidente Mao Tsetung, un sector de la juventud ecuatoriana se radicaliza, hay el tema de la “guerrilla del Toachi”, un intento de entrenamiento y recorrido de la zona entre Esmeraldas y Sto. Domingo, acción improvisada y sin respaldo campesino, son apresados. Otro hecho, la toma de la Casona Universitaria de Guayaquil en 1969, donde perecen una decena de estudiantes tras ser atacados por los paracaidistas del Ejército. Milton Reyes y otros líderes revolucionarios dirigieron experiencias de luchas callejeras con importantes niveles de combatitividad, incluso con armas de fuego.
En los años 80, tenemos la presencia de Alfaro Vive Carajo, la base de sus acciones son recuperaciones bancarias, la toma de instalaciones radiales y de medios periodísticos, es decir en esencia “propaganga armada”. Hay una acción militar de envergadura: la fuga de Arturo Jarrín del Penal García Moreno bajo un operativo bien planificado. Sin embargo, el grupo no tenía respaldo de las grandes masas, si ni siquiera tenía programa alguno, fueron masacrados. Es una experiencia que hay que estudiarla más a fondo.
Vienen los años 90. Hay dos experiencias dignas de estudiarse. Por un lado, los levantamientos indígenas y campesinos de 1990, 1992 al cumplirse 500 años de resistencia frente a la invasión española. Las masas campesinas combaten con fuerza al Ejército, hay barricadas y enfrentamientos abiertos, se socializan las consignas “la tierra para el que la trabaja” y “1992 ni una hacienda en el Ecuador”, pero no hay dirección proletaria del movimiento. Por otro lado, está la experiencia del inicio y fin de la “guerra popular” por parte del Partido Comunista “Sol Rojo”. Esto se lo estudia sin pretensión de mermar el prestigio de los integrantes de dicha organización, solo con fines de aprendizaje y retroalimentación política en el campo de la izquierda. En junio de 1993 el PCE-SR plantea públicamente el desarrollo de la Guerra Popular en el Ecuador; indudablemente hicieron algunas importantes acciones militares que hasta el momento eran desconocidas en el país, sin embargo no existía como tal una situación revolucionaria, luego vienen los duros golpes, el aislamiento y un sector de dicha organización en junio de 1994 plantea la “entrega de armas” tal cual es de conocimiento público. La madurez política del PCE-SR les llevó a admitir [en junio de 1997] los fuertes errores cometidos en esos años.
Finalmente en el período 1997 – 2005 se dan las últimas acciones militares en el campo del pueblo, como parte de una juventud combativa contra gobiernos reaccionarios, hay luchas callejeras donde se utilizan desde la piedra y el taco de dinamita hasta armas de fuego. Es una generación de jóvenes del pueblo que enfrentan con decisión a las fuerzas represivas del país.
Ésta es, en términos generales, la experiencia militar revolucionaria del pueblo a lo largo del siglo XX. Hubo 3 momentos en los que potencialmente se podría haber dado inicio a la lucha armada: 1.-en el período 1944 – 1945, en el marco de la lucha anti-fascista a nivel mundial, el auge del socialismo soviético y en medio de la gran crisis política del país [pero el viejo PCE traicionó]; 2.-los primeros años de la década de 1970, con el auge de la China Socialista en el mundo, el movimiento anti-imperialista y en el país la crisis de las dictaduras [sin embargo, el PCMLE era recién un partido en formación]; y, 3.-entre los años 1997 – 1999, con la gran crisis económica y política del Ecuador [en este período, la única esperanza era el PCE – SR, pero como se sabe en esos años este partido estaba en repliegue. Aproximadamente cada dos décadas y media se desatan grandes crisis dentro del Ecuador.
Sí, las masas de nuestro país han combatido, pero casi siempre sus niveles han sido muy limitados en comparación a otros países, incluso dentro de América Latina. Mientras en Colombia, Perú, Brasil, México, Uruguay…se formaban organizaciones guerrilleras y se daban grandes acciones militares [independientemente del enfoque ideológico] como la toma de Embajadas, colocación de coches bomba, combates contra columnas del Ejército, asaltos a cuarteles policiales, paros armados, etc…, acá el tema de la lucha armada siempre fue muy limitado, por ende nuestro pueblo no tiene una experiencia propia en la cual basarse. Y más aún está desarmado ideológicamente, vagando entre las tinieblas del pacifismo religioso y de la prédica política conciliadora.
Por eso, debatir a profundidad sobre la Guerra Popular en el Ecuador es muy necesario. Hay que entender, que nadie le va a dar luchando a las masas, que si ellas mismas no están dispuestas a levantarse en rebelión contra este viejo sistema, nadie lo hará por ellas. No creemos en los “héroes” que dan “liberando” a las masas. Serán las mismas masas quienes tendrán que sentir la necesidad de rebelarse, tener armas y combatir a sus enemigos de clase. En ese sentido fue muy sabio el Presidente Mao Tsetung, cuando claramente enseña que:  “una clase oprimida que no aspire a aprender el uso de las armas, a tener armas, esa clase oprimida sólo merecerá que se la trate como a los esclavos”.
Ahora bien, cuando hablamos de la lucha armada en la actualidad, hay muchas cosas que debemos tomar en cuenta. La globalización imperialista, las nuevas tecnologías militares, entre otros, obligan a reflexionar seriamente la cuestión militar, más allá de un discurso radical. Veamos unos pocos y sencillos ejemplos. En las épocas del movimiento bolchevique y de la guerra popular china, el imperialismo no tenía tan desarrollada su estrategia militar represiva; los comunistas podían entrar y salir de sus respectivos países con relativa facilidad, pues el mundo no estaba globalizado como lo están los gobiernos de ahora, se podían falsear pasaportes, documentos de identidad con facilidad, etc. Muchas veces Lenin escapó de ser apresado refugiándose en países neutrales europeos, lo que ahora prácticamente ningún país daría asilo al líder máximo de un movimiento insurreccional, a menos que este se rinda y reniegue de lo que hizo. No habían cámaras de vigilancia en cada esquina, sistemas satelitales de espionaje, drones, aviones militares teledirigidos, sistemas informáticos concentrados, tecnología GPS para localizar personas y objetos escondidos o clandestinos, etc. Y a esto hay que sumar la estrategia imperialista de la “guerra de baja intensidad” [gbi], creada por altos oficiales estadounidenses luego de su derrota en Vietnam.
Si bien es cierto que la política manda al fusil, y que las masas podrán derrotar incluso a un potente enemigo militar si tienen correcta dirección, no es menos cierto que las guerras van modificándose y quien no lo entiende es derrotado. Por ejemplo, cuando el Ejército alemán decidió invadir la Unión Soviética en 1941, algunos oficiales soviéticos creían que podrían hacerle frente utilizando los Cuerpos de Caballería…Solo imaginémonos algunas decenas de miles de soldados con sus fusiles a caballo enfrentando a poderosos tanques y aviones¿? Afortunadamente al frente estaba Stalin, quien diseñó un plan de combate entendiendo claramente la desproporción de fuerzas con el enemigo y las condiciones de una guerra moderna.
La cuestión militar revolucionaria hoy en día requiere obligatoriamente entender que el pueblo se enfrenta a enemigos que han desarrollado estrategias, técnicas y armamento muy potenciado. Hay grandes tareas pendientes, siendo prioritarias: hacer un estudio y balance de las luchas sociales combativas del país en el siglo XX; investigar a fondo sobre la estrategia imperialista de la “Guerra de Baja Intensidad” y conocer la composición, ubicación y otros datos útiles de las fuerzas represivas en el país.
 -Los cuadros, la militancia
El marxismo no está en el aire, de forma etérea. Para existir requiere ser asumido por personas concretas, de carne y hueso, con personalidad propia, proyectos de vida, sentimientos, aficiones, etc. Estas personas, comunistas o revolucionarios, son lo que se conoce históricamente como los “cuadros”, la militancia del Partido.
Lamentablemente en muchas ocasiones, ya sea por inexperiencia o por ignorancia social y política, se ha incompredido el papel de los cuadros en el desarrollo del proceso revolucionario, llegando a deserciones y desgastes.
Partamos de algunos ejemplos. Lenin y la dirigencia bolchevique en el año 1898 planteó que un sector de los cuadros del POSDR, debían ser revolucionarios profesionales, a tiempo completo, con disponibilidad absoluta para viajes, reuniones, acciones políticas… Y esto tenía mucho sentido en ese entonces, pues la Rusia zarista estaba profundamente convulsionada y a las puertas de una situación revolucionaria, además de que el movimiento obrero ruso y europeo, de alguna medida contribuía al sostenimiento de los cuadros del aparato partidario.
La militancia de izquierda en el Ecuador, sobretodo la gente sincera, muchas veces cogió esas enseñanzas de forma mecanicista, dejándolo todo o casi todo en pos del ideal socialista, aun cuando el contexto histórico y el entorno social no eran los más favorables desde ningún punto de vista. ¿El resultado? Cuadros y militancia “quemados”, desgastados, sin posiblidades siquiera de sostener su propia economía y vida social, menos aun para cotizar con el Partido o dirigir un sector de masas por pequeño que sea.
Muchos entendimos un poco tarde aquella enseñanza del mismo Lenin : “análisis concreto, de la situación concreta”, y pues ahora, nos corresponde comprender una acertada política de cuadros, de militantes en el proceso ecuatoriano.
Primero, comprender que el Partido debe ser un ente donde los cuadros potencialicen sus mejores talentos culturales, científicos, académicos, laborales e incluso sociales. Estos talentos deben ser potenciados para el propio desarrollo del cuadro como individuo y del Partido como colectivo.
Segundo, ver que el cuadro necesita recursos para la subsistencia: comida, vivienda, ropa, transporte, medicinas, son elementos mínimos sin los cuales, por más voluntad que se tenga, es imposible subsistir y mucho menos hacer política. Carlos Marx nos enseña claramente que el ser humano primero tiene que comer, vestirse, tener un techo…, y luego hace cultura, política, filosofía… Es decir, un Partido que realmente se esté preparando para la acción revolucionaria, debe buscar los medios para contribuir a la solución del sostenimiento económico de los cuadros: los que puedan profesionalizarse, que lo hagan, pues después podrán cotizar importantes sumas y además se requerirán especialistas en medicina, derecho, ingenierías, docencia, etc, para construir la nueva sociedad; por otro lado, recoger la experiencia del Partido Comunista del Perú, al montar negocios partidarios como fue el caso de la Academia Pre-universitaria “César Vallejo”. E incluso, sin caer en oportunismos burocráticos, se puede utilizar al mismo viejo Estado para sostener en ciertos momentos el proceso revolucionario. Ese fue el caso del PCP en pleno desarrollo de la guerra popular en los años 80, cuando utilizaba los comedores y las residencias de las universidades públicas para la subsistencia de un sector de los cuadros... Es decir, hay muchas formas, pero el objetivo debe ser uno solo: que los cuadros tengan resuelta una parte básica de la subsistencia para que entonces puedan dedicarse con más tiempo, energías y predisposición a la causa de la revolución.
Tercero, el aspecto social y la familia. Querámoslo o no, el núcleo de la sociedad burguesa [que es en la que nos desenvolvemos] es la familia. A partir de ahí se construye el edificio de las relaciones sociales. El capitalismo se reproduce dentro de cada familia, es como si cada familia fuera una célula de las millones que conforman los órganos de ese viejo cuerpo llamada capitalismo. Y la familia, tarde o temprano, de “buena” o mala manera, tratará de arrastrarnos hacia el sistema… Los cuadros, la militancia, tienen familia. ¿O acaso existen cuadros que no tengan padres, hijos, hermanos, novia, etc? Es posible que sí, que se trate de algún combatiente exiliado, o algo parecido, pero en todo caso será la excepción, no la norma. ¿Cómo proceder entonces? Lo ideal sería que cada cuadro se independice para no depender económicamente de su familia, que democratice a sus parientes jóvenes, y que trate de encontrar un equilibrio con una persona democrática y altruista como pareja. Este último punto hay que tratarlo científicamente: cuando la revolución va en ascenso, se podrán encontrar parejas revolucionarias pues ellas y ellos saldrán de las mismas organizaciones de izquierda, de las mismas bases guerrilleras. Pero cuando la revolución está en repliegue, pretender una pareja revolucionaria como norma es poco materialista, pues de donde saldrán ellas y ellos si el movimiento de masas está en inflexión y disperso. En este caso, se podrían encontrar parejas sinceras y democráticas, que quizás no apoyen el comunismo, pero sí respeten y apoyen al cuadro.
Cuarto, comprender cada momento del proceso. Hay momentos para la acción, y otros para la reflexión. Momentos en que el cuadro debe ser osado, valiente y lanzado, y otros en los que es mejor ser cauteloso. Momentos para el trabajo duro y otros para el festejo y la cultura con las mismas masas. Se deben exigir compromisos según la etapa de la revolución, pues no son lo mismo los “tiempos de paz”, que los “tiempos de guerra”, una cosa es el tiempo y energía que se exigen a los cuadros en una situación convencional, a el tiempo y energía que se exigen en una situación pre-revolucionaria y más aún en una situación revolucionaria.
 -Estrategia y táctica
Si por nosotros fuera quisiéramos que la revolución ecuatoriana esté a la vuelta de la esquina. Pero la historia y el desarrollo de la sociedad no se mueven por la voluntad de individuos o de Partidos, ni siquiera por la voluntad de toda una clase social. Comprendiendo el contexto internacional y nacional actual, el Ecuador no está precisamente a la vanguardia de la revolución mundial, ni tampoco lo estará en unos pocos años venideros.
Sin embargo, la revolución se dará en el país, como parte de la próxima oleada revolucionaria proletaria internacional. Entonces debemos prepararnos y entender qué podemos hacer en este periodo. Es el momento de:
-publicar las obras del Presidente Mao Tsetung
-recorrer el país, conocer a fondo sus comunidades campesinas, barrios populares, fábricas
-debatir y confeccionar el proyecto de programa de la Nueva Democracia
-profesionalizar cuadros, montar negocios partidarios
-entrenarse militarmente, mantenerse en forma
-profundizar la formación ideológica de cuadros / autoformación
-comenzar el acercamiento entre los grupos, tendencias e individuos de izquierda
-estructurar el proyecto de un periódico democrático de nuevo tipo de carácter nacional
-agrupar masas sobre reivindicaciones concretas y puntuales
Estas y otras más son las tareas revolucionarias que se pueden aplicar estratégica y tácticamente en las actuales condiciones del proceso y que permitan la sobrevivencia de un núcleo relativamente grande de comunistas y revolucionarios, a la espera de la maduración de las condiciones nacionales para emprender con la rebelión de las masas y la construcción de nuevo poder, todo esto con la guerra popular.
Y para comprender cuando ha llegado el momento de iniciarla o esté llegando, bien vale grabar a fuego en nuestros corazones estas enseñanzas del gran Lenin sobre el inicio de la revolución:
 “A un marxista no le cabe duda de que la revolución es imposible sin una situación revolucionaria; además, no toda situación revolucionaria desemboca en una revolución. ¿Cuáles son, en términos generales, los síntoma distintivos de una situación revolucionaria? Seguramente no incurrimos en error si señalamos estos tres síntomas principales: 1) La imposibilidad para las clases dominantes de mantener inmutable su dominación; tal o cual crisis de las “alturas”, una crisis en la política de la clase dominante que abre una grieta por la que irrumpe el descontento y la indignación de las clases oprimidas. Para que estalle la revolución no suele bastar que “los de abajo no quieran”, sino que hace falta, además, que “los de arriba no puedan” seguir viviendo como hasta entonces. 2) Una agravación, fuera de lo común, de la miseria y de los sufrimientos de las clases oprimidas. 3) Una intensificación considerable, por estas causas, de la actividad de las masas, que en tiempos de “paz” se dejan expoliar tranquilamente, pero que en épocas turbulentas son empujadas, tanto por toda la situación de crisis, como por los mismos “de arriba”, a una acción histórica independiente.
            Sin estos cambios objetivos, no sólo independientes de la voluntad de los distintos grupos y partidos, sino también de la voluntad de las diferentes clases, la revolución es, por regla general, imposible. El conjunto de estos cambios objetivos es precisamente lo que se denomina situación revolucionaria. Esta situación se dio en 1905 en Rusia y en todas las épocas revolucionarias en Occidente; pero también existió en la década del 60 del siglo pasado en Alemania, en 1859-1861 y en 1879-1880 en Rusia, a pesar de lo cual no hubo revolución en esos casos. ¿Por qué? Porque no toda situación revolucionaria origina una revolución, sino tan sólo la situación en que a los cambios objetivos arriba enumerados se agrega un cambio subjetivo, a saber: la capacidad de la clase revolucionaria e lleva a cabo acciones revolucionarias de masas lo suficientemente fuertes para romper (o quebrantar) el viejo gobierno, que nunca, ni siquiera en las épocas de crisis, “caerá” si no se le “hace caer”. Tales son los puntos de vista marxistas sobre la revolución, infinidad de veces desarrollados y reconocidos como indiscutible por todos los marxistas, y que para nosotros, los rusos, obtuvieron clarísima confirmación en la experiencia de 1905.” V.I. Lenin

Una reflexión final
El sistema imperialista está en decadencia, por donde miremos hallaremos gobiernos corruptos, contaminación ambiental, guerras de rapiña, pobreza de millones de personas junto a la riqueza de un puñado de banqueros y empresarios, represión de las masas, narcotráfico de las élites políticas, industrias alimenticias y farmaceúticas haciendo millones de dólares a costa de las enfermedades de la gente, fanatismos religiosos y destrucción de la cultura progresista.
No cabe duda de la necesidad de una gran revolución social, pero no basta con la voluntad ni las buenas intenciones, sino contar con una filosofía científica [materialista], con una orientación política definida [maoísta] y sabiendo actuar sabiamente en cada contexto social y político [estrategia y táctica]. El socialismo científico es la nueva esperanza, como economía, política, arte y cultura, como praxis social militante.
Muchas generaciones de revolucionarios se han perdido en el país por no haber abrazado las banderas rojas del socialismo desde sus fuentes originales y aplicarlo creadoramente al proceso del Ecuador. Nosotros podemos hacer las cosas de mejor forma y así incluso, si el contexto nos fuera desfavorable, por lo menos habremos dejado sembrada la semilla roja de la revolución que, sin duda alguna, fructificará centuplicada en la gran primavera por venir.

EDICIONES VANGUARDIA PROLETARIA

Ecuador, febrero del 2016

31/12/13

2014: LA LUCHA CONTINÚA, POR UNA NUEVA SOCIEDAD!





Finalizado el año 2013, a los comunistas y revolucionarios nos corresponde realizar el balance respectivo, ver los aciertos y errores, y sobretodo el qué hacer en adelante, la perspectiva en el 2014.
EL IMPERIALISMO EN EL PAÍS
Las cadenas de opresión imperialista se vienen reforzando en el Ecuador: China y Rusia han ganado espacios en los niveles diplomático, comercial, financiero…esto lo comprueban los proyectos de minería a gran escala, la explotación del Yasuní, la construcción de hidroeléctricas, los alineamientos geopolíticos, etc., sin embargo dejamos en claro que el imperialismo norteamericano sigue siendo el principal enemigo de la nación y los pueblos del Ecuador, pues aunque ha perdido ciertos espacios, en lo fundamental, es la principal súper-potencia imperialista que domina a nuestro país: la mayor cantidad de exportaciones van hacia allá, utilizamos su moneda el dólar, hay una enorme cantidad de franquicias yanquis en Ecuador, el petróleo sigue yendo en abundantes cantidades hacia los EEUU, etc.
El tan mentado cambio de la “matriz productiva” anunciado con bombos y platillos por este gobierno, no es más que una vulgar y burda tomadura de pelo, pues lo único que están haciendo es reajustar ciertos mecanismos productivos del país para que vengan a invertir las grandes empresas monopólicas extranjeras, más o menos como sucede en Corea del Sur, Singapur, Bangladesh, Tailandia, etc.
Aunque en las instituciones se cante cada lunes el himno nacional, o se den sendos discursos el día del escudo o la bandera tricolor, aunque tengamos fronteras definidas en un mapa del IGM, pese a todo eso, ECUADOR ES UN PAÍS OPRIMIDO POR EL IMPERIALISMO, principalmente EEUU y de manera secundaria por CHINA y RUSIA.
EL RÉGIMEN FASCISTA DE CORREA
Correa dirige uno de los gobiernos más nefastos de la historia del país. Ni siquiera el archi-reaccionario derechista León Febres-Cordero pudo hacer ni la mitad de lo que Correa está hacindo en la actualidad en todos los sentidos.
Es un gobierno de claro tinte fascista y corporativo, representante de la gran burguesía, facción burocrática, y de los terratenientes. Muchos se preguntan: ¿pero porqué dicen que es fascista?. La respuesta es esta: el fascismo es la negación de los principios demoliberales establecidos por la Revolución Francesa de 1789, esos principios son libertad de pensamiento, de expresión, de organización, de prensa,  separación de los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial), y el Parlamento era el centro de la actividad política. El fascismo, al ser la respuesta de las clases dominantes ante el auge de la lucha de las masas, rompe el marco demoliberal, coarta las viejas libertades burguesas. Para muestra un botón: todos los poderes del Estado están dirigidos por Alianza País y dentro de ese movimiento, por Rafael Correa, es decir hay centralismo burocrático a raudales y se han negado y están negando muchísimas de las libertades propias de la demo-liberalidad.
Es corporativo porque destruye toda la organización sindical y popular independiente, para cooptar el movimiento de masas hacia las posiciones oficialistas del viejo Estado y toda su alta camarilla de funcionarios reaccionarios. Solo veamos que está sucediendo en las marchas del Primero de Mayo: ahí están encabezando los ministros del trabajo, directores, funcionarios, y simultáneamente niegan los reclamos de los trabajadores del sector público, suben 22 dólares al salario básico pero Correa y los asambleístas ganan 6 mil dólares cada uno en un mes!
La Ley de Comunicación, el “nuevo” Código Penal, el informe académico del CEAACES, la designación del fascista Carlos Ochoa a la Superintendencia de Telecomunicaciones, la negación de los sindicatos independientes, la creación de la CEUPE, la represión selectiva y sutil…todo eso demuestra hasta la saciedad que estamos ante un gobierno fascista y corporativo.
EL REVISIONISMO
Quien se desvia de los principios y la práctica revolucionaria, tarde o temprano, acaba en el lodasal más miserable del oportunismo político, y en la defección ideológica más aberrante.
Ahí están los de la JCE con su padrino el viejo podrido Iturralde, organizando el Foro Mundial de la Juventud, donde fueron agentes cubanos, iraníes, venezolanos…toda la logística la ponían los mismos fascistas de Alianza País e incluso uno que otro bus del Ejército y la Policía para que asistan los “jóvenes revolucionarios”….
Orgullosamente los cabezones dicen: “estamos creciendo”, “luchamos por radicalizar este proceso”, “contra toda violencia”, etc….Pero ¿en qué condiciones crecen? Apoyados económica y logísticamente por todo el aparataje del viejo Estado, con plata y permisos en la mano todo otorgado desde el MIES, Gobernaciones, etc…, y como si fuera poco hasta haciendo las pintas escoltados por la inteligencia militar no vaya a ser que les pase algo a los niñitos mimados y aniñados de la JCE….
Y no se quedan atrás el MPD-PCMLE, pandilla electorera experta en acomodos burocráticos. Recientemente miembros de su “comité central” hacen una publicación diciendo “Mandela ha muerto, pero vivirá en nuestros corazones, la lucha por la libertad continúa…”, palabras muy parecidas a las expresadas por el imperialista Barack Obama en el funeral de Mandela, el mismo discurso de la CNN americana y la BBC de Londres, sir ir muy lejos, el mismo discurso del fascista Correa y todos sus ministros en el país. El 9 de diciembre, aparece un comunicado titulado “Derechización en el PCMLE” en la página Indymedia Ecuador, donde se denuncia ampliamente una gran cantidad de oportunismo y revisionismo dentro de esas filas, y que quede claro que es alguien de ahí adentro, de niveles de dirección, alguien que sabe al detalle lo que está pasando. Para nosotros simplemente confirma el combate anti-revisionista que venimos desarrollando contra esa partiducho. En el 2014, se les viene la muy posible pérdida del casillero electoral burgués del MPD, pues en las anteriores elecciones con Acosta, Pachakutic, el perro y el gato incluídos no llegaron ni a 600 mil votos…Y para rematar van a cumplir 50 años como organización en el peor momento de inflexión y desarticulación de filas y ya sin la más mínima perspectiva. Al perder el casillero electoral el FADI en 1992, se disolvió y sus restos se fusionaron al PSE, quedando “Partido Socialista - Frente Amplio”, al perder su casillero el MPD, sus restos se fusionarán al Pachakutic.
En todo caso, el viejo PC y el Pcmle, son la expresión más tangible de la degeneración revisionista en el país y hay que combatirles con firmeza.
LOS COMUNISTAS Y REVOLUCIONARIOS
Para nosotros ha sido un año importante, de avances y retrocesos, pero sobretodo de avances. El PCE en reconstrucción viene dando pasos como: contribuir a la organización de la Conferencia Internacional de Madrid el 19 de Octubre, donde se desarrolló un gran debate, se firmó una carta por cuatro partidos y organizaciones comunistas; nuestro periódico central si bien bajo en regularidad (cada dos meses), subió en tiraje y calidad (5 mil número y a dos colores), en el movimiento estudiantil crecimos en varias universidades con estructuras que se van solidificando, y en el movimiento campesino hay aprendizaje de formas de ingresar en él, sin embargo tenemos una deuda en ese sector, y lo más importante, vamos fraguando varios puñados de comunistas y revolucionarios que, con aciertos y reveses, vienen trabajando por el Partido y la Revolución. Nos queda pendiente mejorar el funcionamiento leninista, priorizar sectores y recursos para la lucha, compactar de mejor forma el trabajo de masas y no descuidar la construcción del Partido.
El PCE – Sol Rojo, creemos que puede y debe dar más como organización para el desarrollo del trabajo de las masas, que dicho partido tiene un importante historial y acumulado que bien podrían utilizar para redoblar la organización. Sin embargo de todo esto, los camaradas de Puka Inti –como fraternalmente les llaman entre las masas-, los consideramos nuestros aliados estratégicos, hermanos de clase.
Con el Movimiento Vientos del Pueblo, no negamos nuestras fuertes discrepancias en algunos puntos, sin embargo vemos con alegría proletaria que dentro de sus filas debe existir debate hacia las posiciones marxistas, pues en varios temas de la lucha de clases en el país –como el caso de las elecciones de rector en la UCE- tienen posiciones correctas. Pero no deben quedarse en la coyuntura, sino fijar una línea política de largo plazo.
Algo similar pasa con el Mov. Protesta, por ejemplo en el tema del Yasuní su posición es correcta y avanzada, pero en otros temas o no se pronuncian o cometen errores de interpretación. Aconsejamos dar el salto ideológico hacia el marxismo-leninismo-maoísmo.
Sin embargo de todo esto, el movimiento de masas ha tenido una baja: se trata del Mov. Mariátegui y quizás, de toda su estructura interna. Sus alianzas abiertas o tácitas con el revisionismo del MPD, sus reservas hacia el proceso revolucionario en el Perú, la tergiversación del pensamiento de José Carlos Mariátegui, el indigenismo pequeño-burgués y no proletario, todo eso hacen que los consideremos que se han alejado enormente de la colina de la revolución. Ellos sabrán si se alejan para siempre, o si retornan haciéndose la autocrítica respectiva.
TAREAS
-Luchar contra la farsa electoral de febrero del 2014, utilizando las elecciones exclusivamente con fines de agitación y propaganda, llamando al voto nulo y dando el programa de la Nueva Democracia.
-Insistir y argumentar de mejor forma la tipificación del gobierno de Correa como fascista y corporativo.
-Luchar por generar espacios para la organización de las masas con independencia de clase.
-Levantar la lucha en defensa y solidaridad con las Guerras Populares, principalmente con el Perú, el PCP y el Presidente Gonzalo.
-Conmemorar los 100 años del inicio de la Primera Guerra Mundial, denunciando los planes imperialistas de generar la Tercera Guerra Mundial en estos tiempos.
-Redoblar la lucha contra el revisionismo dentro y fuera del país.
-Desarrollar los 3 tipos de lucha de clases: lucha económica, política y teórica.
-Difusión permanente del programa de la revolución de Nueva Democracia entre las masas.
-Generar espacios de debate y movilización desde la perspectiva del proletariado, en temas trascendetes como el Yasuní, Día de la Mujer, Primero de Mayo, etc.
El 2013 concluye un año de lucha y organización para los comunistas y revolucionarios, abriéndose el 2014 con nuevas perspectivas de organización, porque como nos enseñó el Presidente Gonzalo, somos optimistas, perseverantes y servimos al pueblo de todo corazón.
2014: ¡Viva el Maoísmo, Abajo el revisionismo!
¡Por la revolución de Nueva Democracia!

COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR
31/12/2013