Todo el país ha sido testigo de cómo se maneja la politiquería en la Asamblea Nacional, especialmente en torno a la elección de la presidencia y vice-presidencias. Tanto las bancadas de Alianza País como de la oposición y el revisionismo, van dejando de lado sus habituales caretas y discursos falsos para traficar abiertamente votos, puestos y dinero.
No es la primera vez que pasa esto en el Ecuador e incluso en las repúblicas supuestamente más “democráticas” como las europeas o los mismos EEUU, ya que todas se encuentran en medio de la inevitable descomposición del sistema capitalista, ya sean países imperialistas o países donde se desenvuelve el capitalismo burocrático.
En nuestro país, desde el mismo nacimiento de la República en 1830 (semi-colonial y semi-feudal), las clases dominantes vienen arrastrando monstruosas formas de hacer “política”. Y sin ir muy lejos, basta recordar a los gobiernos de Velasco Ibarra, las dictaduras militares, León Febres-Cordero, Rodrigo Borja, Sixto Durán Ballén, Bucaram, Mahuad, Gutiérrez, etc., donde la corrupción, el nepotismo y el festín de los fondos públicos llegaban a niveles insospechados.
Con el actual gobierno de Rafael Correa, desde sus inicios en el 2007, las cosas no han cambiado en lo más mínimo; simplemente la corrupción y la politiquería se camuflan bajo el discurso de la “revolución ciudadana”, “socialismo del siglo XXI” y de la “dictadura del voto” conseguido obviamente sobre la base del clientelismo, asistencialismo, corporativismo y la demagogia.
Esto es precisamente, lo que demuestran irrefutablemente los acontecimientos del domingo 31 de julio y en general todas las sesiones de la Asamblea Nacional.
Previo a las elecciones al interior del poder legislativo, el gobierno nacional por medio de Rafael Correa amenazaba con la “muerte cruzada” en caso de que no resulte ganador Alianza País y sus representantes políticos. Esta es, en primer lugar, una clara muestra de la paulatina implantación del fascismo en el Ecuador por parte de la gran burguesía, facción burocrática. Es decir, están pasando de formas demo-liberales a formas fascistas y corporativistas de gobierno, en las que el parlamento cada vez está más supeditado al control directo y a las órdenes del ejecutivo, específicamente de Correa. Además, el norte de Alianza País es copar todas las instituciones del viejo Estado, como ya lo han hecho con la Fiscalía General, el Consejo de la Judicatura, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, el Consejo Nacional Electoral y poco a poco con los medios de comunicación, y así poder profundizar el capitalismo burocrático con la venia del imperialismo, especialmente de EEUU y China.
Días antes de las elecciones, todos los partidos de la asamblea nacional intensificaron lo que ellos pomposamente denominan “cabildeos” lo que no es otra cosa que el reparto del botín. Tal es el grado de descomposición del parlamentarismo burgués, que Fernando Cordero, Ricardo Patiño, Mauro Andino y otros oligarcas planteaba sin la menor vergüenza y con el mayor cinismo ante los medios de comunicación que Alianza País se encontraba “negociando comisiones”, “negociando vicepresidencias y otras cosas” con la oposición, todo esto según ellos en función del “proyecto revolucionario”, etc., tal como lo confirman las palabras de Carlos Marx Carrasco, titular del SRI: “Varios miembros de la oposición nos ofrecieron votos a cambio de facilidades tributarias. De haber accedido, habríamos logrado 100 votos.” (El Comercio, sección política, 3 de agosto 2011). Del lado de la oposición es muy similar, ya que tanto Sociedad Patriótica, los social-cristianos y hasta el mismo MPD andaban “cabildeando” votos, hilando finamente como llegar a una comisión y así obtener puestos burocráticos, espacios de poder local y gruesas billeteras.
Finalmente, el día 31 de julio del presente año, todo ese “cabildeo” se puso en evidencia. Por un lado, tanto el gobierno como la oposición decían que tenían 62 votos cada uno y que el voto dirimente era el del desertor de Alianza País, César Rodríguez. Llegado a los hechos, el gobierno se impuso inicialmente con 59 votos. Entonces Abdalá Bucaram Pulley pidió rectificación. Se repitió la votación y nuevamente ganó, pero ahora con 60 votos en contra de Betty Amores, desertora del gobierno quien aglutinó a gutierristas, socialcristianos, prianistas, emepedistas, etc.
Tanto Alianza País como la oposición movieron abundante dinero en los últimos días previa la elección, unos y otros para “virar” el voto de asambleístas del lado contrario. Es así que por ejemplo Fernando Vélez de Sociedad Patriótica votó en blanco. Otro caso es el de César Rodríguez, quien renunció a Alianza País e hizo mucho ruido en torno a ser candidato a la presidencia de la asamblea nacional, sin embargo llegado el día, no aceptó y les dejó con los “churos hechos” a la oposición, por lo que tuvieron que improvisar con otra desertora de Alianza País, Betty Amores.
En medio de este río revuelto, todos los grupos del revisionismo de viejo y nuevo cuño se pusieron bajo el paraguas de una u otra facción burguesa.
En el caso del Partido Socialista- Frente Amplio votó a favor de Alianza País, y no podía ser para menos ya que están recibiendo altos puestos burocráticos en Esmeraldas, Quito y otras ciudades, además de que los “socialistas” durante largas décadas se han caracterizado por ser el comodín de las clases dominantes en el Parlamento y en las calles ser apaga-luchas.
El MPD en cambio, se alineó con la burguesía compradora y los desertores de Alianza País. En el colmo de sus podridas posiciones oportunistas Jorge Escala llegó a manifestar cuando pidió la palabra para apoyar a Betty Amores, que esa candidatura "implica la recuperación del proyecto de una democracia ciudadana de amplia participación, de una democracia alegre sin diatribas….para que el poder legislativo defienda democracia... el derecho al trabajo y a la vida" (El Universo, sección política, 31 de julio 2011). Como vemos, los revisionistas del MPD cada vez se van diluyendo más y más en la socialdemocracia; las pruebas están a la vista, ya ni siquiera tratan de guardar las apariencias…¿Señor Escala, dónde quedó el discurso aunque sea formal de la lucha de clases? Más aun, “cabildearon” intensamente con Sociedad Patriótica y el PSC para que “ayuden” con el voto de sus bancadas al emepedista Francisco Ulloa a entrar en el Consejo de Administración Legislativa, comisión en la que se maneja el presupuesto anual de la Asamblea Nacional.
Por su lado, Pachakutic quedó como un simple alza manos de la burguesía compradora; su asambleísta Lourdes Tiban no atinó más que a decir que Correa ganó con los votos de Lucio.
Como vemos, el revisionismo en el Ecuador es un claro traficante de la lucha del pueblo, pues se visten de izquierda para confundir a las masas, ganar curules y acto seguido servir de fichas de ajedrez en el tablero de las pugnas oligárquicas a cambio de un plato de lentejas.
Tanto discurso revisionista electorero de “utilizar el parlamento como trinchera”, “acumular fuerzas”, etc. Lo cierto es que el revisionismo si usa el parlamento como trinchera….de los bolsillos de los dirigentes del viejo PC, de los “socialistas”, del MPD, de Pachakutic, etc.
La historia y el mismo curso de la lucha de clases en el país y en todo el mundo confirman una y otra vez que el parlamento burgués no es sino una de las pocilgas del viejo Estado, un verdadero chiquero de la politiquería, de la colusión y pugna de las clases dominantes, en definitiva un espacio burocrático al servicio del viejo orden de opresión y para engañar a las masas permanentemente con supuestas reformas y baratijas.
El gobierno fascista de Correa se impuso en la presidencia de la Asamblea y cualquiera de las dos facciones burguesas (burocrática o compradora) que maneje las vicepresidencias no cambia el asunto en su esencia. Seguirán los días de la corrupción, del nepotismo, del tráfico de influencias, de la politiquería, del despilfarro de los fondos públicos, de los amarres y componendas. Y lo mismo seguiría pasando así hubiera ganado Betty Amores, Cintia Viteri, Fausto Cobo o cualquier otro representante de las clases dominantes y el revisionismo.
Con la democracia burguesa el pueblo no tiene ningún futuro. Los asambleístas pasarán, vendrán otros, al igual que los alcaldes, concejales y hasta presidente de la República; pero la pobreza del pueblo seguirá ahí mismo, las desigualdades sociales seguirán ahí mismo, la falta de industrias seguirá ahí mismo, la concentración de la tierra y el agua en pocas manos seguirá ahí mismo, la opresión imperialista a Ecuador seguirá ahí mismo, en definitiva el capitalismo burocrático, seguirá ahí mismo.
La única salida que tiene el pueblo ante sí y ante la historia contra el parlamentarismo burgués y contra el capitalismo burocrático en su conjunto, es levantarse en armas por un nuevo poder y una nueva democracia, en los que sean los obreros, campesinos y los intelectuales progresistas quienes dirijan la nueva política, nueva economía y nueva cultura. Es decir, prepararse, organizarse y desatar la Guerra Popular del campo a la ciudad, bajo la dirección del Partido Comunista de nuevo tipo, con el Frente Único y el Ejército Popular.
Llamamos al pueblo y a los sectores democráticos y revolucionarios a sumarse a la reconstrucción del Partido Comunista del Ecuador sobre la base del Marxismo-Leninismo-Maoísmo, a construir Comités Populares en la ciudad y el campo como cimientos para la lucha de clases por las reivindicaciones inmediatas (tierra y agua para los campesinos pobres; alza de salarios y derecho a la huelga para los obreros y trabajadores; libertad de trabajo para los pequeños comerciantes sin decomisos, impuestos excesivos, ni persecuciones; por una educación democrática, gratuita y popular; por libertad de pensamiento, expresión, organización, movilización y protesta) sólida y estratégicamente ligadas a la lucha por la revolución de Nueva Democracia.
¡COMBATIR A CORREA FASCISTA, LACAYO IMPERIALISTA!
¡COMBATIR AL PARLAMENTARISMO BURGUÉS, POCILGA DEL VIEJO ESTADO!
¡ORGANIZAR AL PUEBLO POR LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA!
¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR
3/08/2011
