¡IMPONER EL MAOÍSMO, APLASTAR EL REVISIONISMO!

9/9/11

CRISIS IMPERIALISTA Y 11-S



Al cumplirse 10 años de los sucesos del 11 de septiembre en EEUU, nuevamente se desarrolla un intenso debate en los medios de comunicación de todo el mundo, en los andariveles diplomáticos, en los centros educativos y culturales, etc., acerca de qué mismo fue lo que pasó aquel día, sus antecedentes, sus consecuencias políticas y militares, entre otros puntos.

No faltarán los sirvientes del imperialismo, los plumíferos investigadores de salón, los periodistas de derecha y un sector del propio revisionismo, que plantearán el viejo y trillado discurso del “ataque terrorista”, de “la lucha por la democracia de occidente contra el fundamentalismo de oriente”, etc.

Ya comienzan a desempolvar y reeditar viejas fotografías y videos, todo con el fin de justificar de una u otra manera las enormes ofensivas militares de los EEUU en países considerados como “incivilizados”.

Tener una adecuada lectura ideológico-política de este tema tiene una enorme trascendencia para los comunistas y revolucionarios, para los luchadores anti-imperialistas y democráticos, para el proletariado internacional y los pueblos oprimidos.

LA CRISIS DEL CAPITALISMO EMPUJA A LOS PAÍSES IMPERIALISTAS A LA GUERRA DE RAPIÑA

La Primera y la Segunda Guerras Mundiales, así como una infinidad de guerras locales y regionales, demuestran como las crisis cíclicas cada vez más profundas y frecuentes, conducen al imperialismo a un callejón sin salida, en el que les queda como única posibilidad de evitar el colapso general del sistema, el generar, provocar y desatar la guerra imperialista.

Con estas guerras, se producen nuevos repartos del mundo, de colonias y semi-colonias, zonas de influencia y control, en la búsqueda fundamentalmente de 4 elementos: mano de obra barata, materias primas (fundamentalmente petróleo, minerales, madera, agua dulce), mercados y relaciones financieras.

La caída del social-imperialismo soviético en 1989-1991 posibilitó la expansión más desenfrenada hacia todo el mundo de los monopolios privados de los países imperialistas de Occidente, traduciéndose en lo que ellos denominaron “globalización”. Sin embargo pese a este mayor flujo de capitales y mercancías, el imperialismo no logró reponerse de una larga y vieja crisis que viene aquejando su economía.

A fines de los años 90 del siglo pasado y comienzos del 2000, el mundo arrastraba una grave crisis que se expresó en muchos lugares, desde Japón, pasando por las ex - repúblicas soviéticas, México hasta llegar a los propios EEUU.

Es así que EEUU en medio de su propia crisis económica y de las disputas inter-imperialistas, necesitaba con urgencia una nueva oleada de guerras de rapiña para poder paliar en algo su putrefacta economía.

De esta manera, el nuevo milenio nació de la mano con la crisis imperialista, la resistencia y combate de los pueblos y la preparación de feroces guerras de rapiña.

EL 11-S…¿ATENTADO “TERRORISTA” O AUTOATENTADO IMPERIALISTA?

Tan pronto como fueron impactadas las Torres Gemelas, y comenzaban a transmitirse las primeras trágicas imágenes, el gobierno de George Bush comenzó a decir que todos los indicios que tenían apuntaban a que se trataba de un nuevo “atentado terrorista” y que EEUU se encontraba bajo la amenaza mundial de muchas fuerzas “hostiles” como los musulmanes, narco-terroristas, Al Qaeda, etc.; todo esto con el objetivo de justificar ante la opinión pública y las grandes masas norteamericanas la guerra a Afganistán que venían preparando en coordinación con los británicos desde hace varios años atrás.

Desde esa fecha para acá, prácticamente toda la prensa imperialista mundial y la prensa reaccionaria local, han venido machacando en imponer la versión gubernamental y oficial de los EEUU, atacando furiosamente toda tesis o propuesta investigativa que vaya en sentido contrario a las tesis imperialistas, así se trate de apenas pequeñas diferencias.

El cuento del “atentado terrorista” cada vez está más desgastado. Varias y numerosas investigaciones de propios sectores democráticos de los EEUU y de otros países han demostrado con argumentaciones técnicas los grandes vacíos y hasta contradicciones que tiene la versión “oficial”.

Así por ejemplo las investigaciones de arquitectos, trabajadores de compañías de demolición, ingenieros y periodistas democráticos plantean que los edificios de las Torres Gemelas no se derrumbaron producto del impacto de los aviones ni tampoco por el posterior incendio o incluso de los dos hechos juntos, sino por explosiones de termita química, un poderoso compuesto capaz de romper y hasta fundir el acero del cual estaban conformadas las columnas de dichos edificios. De tal forma que el WTC, como se lo puede apreciar en videos y fotografías, de derrumba sobre sí mismo, tal cual una demolición técnica y planificada por expertos.

El avión de United Airlines que se “estrelló” en Pensilvania y que causó cuatro decenas de muertos en realidad fue derribado por un caza de la Fuerza Aérea de los EEUU.

Y así se pueden seguir enumerando una serie de hechos, recopilados en varios libros (LA GRAN IMPOSTURA, escrito por el periodista Thierry Meyssan; OMISIONES Y MANIPULACIONES DE LA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL 11 DE SEPTIEMBRE, del profesor David Griffin; CORRUPCIÓN, LAS CLOACAS DEL PODER, escrito por Miguel Pedrero, etc.) reportajes fílmicos, entrevistas, etc., que demuestran como la versión oficial del gobierno de los EEUU es una gran mentira fabricada para encubrir una política exterior guerrerista y profundamente expansionista.

Lo cierto, es que más allá de los buenos aportes investigativos técnicos de sectores democráticos que pulverizan las tesis reaccionarias de la versión oficial, está la prueba política de que tales “ataques” han sido a lo largo de la historia del siglo XX el mejor chivo expiatorio del imperialismo y todos los reaccionarios para desatar oleadas de terror blanco, han sido solo el pretexto para pescar a río revuelto y en ese camino detener, torturar, asesinar, desaparecer, exiliar, etc., a sus opositores, especialmente a los sectores democráticos, a los revolucionarios y comunistas. Con el pretexto de la doctrina de la seguridad preventiva, han desatado guerras de rapiña en todo el mundo.

Un claro ejemplo de esto es el Incendio del Reichstag el 27 de febrero de 1933. Los nazis acusaron a los comunistas alemanes y a la misma Internacional Comunista de ser los autores del incendio del parlamento en Berlín. Se “basaban” en que en la noche del incendio se encontraba en los alrededores del Reichstag un supuesto “agitador comunista”, el holandés Marinus van der Lubbe. Con estos “argumentos”, esa misma noche desataron una oleada de apresamientos y asesinatos aprovechando el caos político que se creó en la capital de Alemania. Es lo que la historia conoce como la “noche de los cuchillos largos”.

Los nazis junto al presidente Paul von Hindenburg expidieron inmediatamente el Estado de Emergencia y firmaron el Decreto del Incendio del Reichstag logrando de esta manera abolir la gran mayoría de derechos civiles y políticos. En medio del río revuelto llegaron a apresar inclusive a Jorge Dimitrov, Presidente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista.

Lo cierto es que fueron los mismos nazis quienes desataron el incendio del Reichstag para de esa manera aglutinar a las grandes masas de Alemania en el sentimiento de odio a los comunistas y en defensa del chovinismo nacionalista. Además y fundamentalmente recordemos que en esos tiempos Alemania venía de una híper-inflación, de una enorme crisis económica que provocaba más de diez millones de desempleados, y que el Partido Nacional-Socialista requería ya no solo tener el 30% de los escaños sino llegar a controlar todo el poder político y jurídico al servicio de la guerra imperialista que preparaban los industriales, banqueros y empresarios alemanes lo que se reflejaba en los propios documentos oficiales, los mismos que anunciaban con vehemencia un revanchismo nacionalista ultra-reaccionario.

Otro claro ejemplo que nos da la historia sobre este tipo de auto-atentados y atentados orquestados por el imperialismo, es lo que ocurrió en el Ecuador a inicios de la década del 60.

El ex – agente de la CIA, Philip Agee, relata en su “Diario de la CIA: Objetivo Ecuador”, que el Partido Conservador y los social-cristianos (financiados y auspiciados por la CIA) organizaban pandillas de entre 5 a 10 personas con las cuales se dedicaban a colocar explosivos en las Iglesias del país para luego culpar al “comunismo ateo” en sendos manifiestos publicados en los principales diarios del país, tratando así de voltear a la opinión de las masas contra el Partido Comunista y otras organizaciones. Todo esto fue parte de una gran ofensiva anti-comunista para desatar el golpe de Estado de 1963.

Como podemos ver, el imperialismo y los reaccionarios aprendieron a hacer todo el trabajo sucio y de auto-atentados en función de poner a las masas en contra de los potenciales enemigos de los capitalistas, ya sea desde comunistas, revolucionarios hasta personas democráticas y naciones que tienen recursos económicos que ellos necesitan.

En el caso de los sucesos del 11 de septiembre, se dio algo similar. El imperialismo suscitó un auto-atentado contra un gran símbolo de su propio poderío financiero como es el WTC y militar como el Pentágono. Lógicamente dichos “atentados” fueron realizados de tal manera que logren en un primer momento aglutinar a un buen sector de la población norteamericana en contra del “fundamentalismo terrorista oriental” y a favor de una “guerra preventiva”. Con estas justificaciones invadieron Afganistán y después Irak, donde perecieron cientos de miles de personas, saquearon el petróleo y tesoros arqueológicos e impusieron gobiernos títeres.

Que Osama Bin Laden haya reconocido o no los atentados no cambia la esencia del asunto, ya que este burgués afgano trabajó con la CIA en los años 70 para derrotar la invasión del social-imperialismo soviético en Afganistán. De igual manera, la CIA ha sostenido a muchos reaccionarios que cuando llega el momento en que ya no les sirven a sus intereses o se hace imposible sostenerlos, los abandonan a su suerte como Mubarack o los asesinan como lo hicieron con el mismo Bin Laden hace unos meses.

EXPRESIONES DE LA CRISIS Y DISPUTAS INTER-IMPERIALISTAS

La crisis económica carcome al imperialismo en distintos niveles y se traduce también en la búsqueda de semi-colonias como “puntos de avanzada” en la disputa por el nuevo y futuro reparto del mundo.

La deuda nacional de los EEUU es de 14,5 billones de dólares, es decir, de cada 5 dólares de deuda en el mundo, 2 pertenecen a ese país. Es una economía ultra-parasitaria. No es el único país imperialista que se encuentra en decadencia. Inglaterra, el otrora “ejemplo de progreso” del que tanto hablaban los capitalistas, ahora se halla con 2,5 millones de desempleados y un enorme cordón de barrios pobres que rodean las grandes ciudades incluida Londres. No por nada se dieron 2 semanas de revueltas violentas de las masas pobres, especialmente los jóvenes que han sido relegados por los círculos de poder.

De su parte China se mantiene todavía con una economía relativamente fuerte sobre la base de la híper-explotación del trabajo asalariado en sus propios países y la incursión en comercios petroleros y mineros opresivos en el Tercer Mundo. Rusia en cambio toma la delantera en la venta de abundante armamento a los países oprimidos.
Los distintos imperialismos están tejiendo una gran red de relaciones diplomáticas, financieras, comerciales y militares con diferentes países del Tercer Mundo en función de ir ganando posiciones, preparándose para el Nuevo Reparto del Mundo que vienen generando desde hace ya varias décadas atrás.

Así por ejemplo, tras la crisis económica de EEUU y su desprestigio creciente, China ha optado por hacer el papel de banquero internacional que antes cumplía casi exclusivamente el FMI. El Banco Chino de Desarrollo ha otorgado créditos por 28 mil millones de dólares a Venezuela, 10 mil millones de dólares a Brasil y 7 mil millones de dólares a Ecuador. Las principales inversiones chinas en América Latina se canalizan principalmente por medio de la gran minería y las petroleras, es decir la economía extractivista depredando los recursos naturales, todo esto con la venia de gobiernos serviles anti-patrias como el de Chávez, Correa y otros.

Rusia en cambio ha emitido “créditos” a Venezuela y Ecuador por 4 mil millones de dólares a cada uno con la circunstancia de que ese préstamo es para que compren armamento ruso en el transcurso de éste y los próximos años.

En cambio EEUU busca salir de su crisis propagando mayores guerras de rapiña locales, tal cual lo están haciendo actualmente en Libia, donde han invertido más de mil millones de dólares en armamento y logística para recuperarlos con creces cuando se instale definitivamente el nuevo gobierno títere. No será el único caso. En el transcurso de ésta década buscarán cualquier pretexto para seguir desatando guerras de expoliación en todo el planeta.

Vemos entonces como los países imperialistas vienen trabajando por desatar la Tercera Guerra Mundial que en el marco de sus objetivos fascistas y reaccionarios, les permita “ajustar cuentas” entre sí y operativizar un nuevo, mayor y más profundo reparto de colonias y semi-colonias.

LAS POLÍTICAS ESTRATÉGICAS DEL IMPERIALISMO

Cuando hablamos del imperialismo, lo hacemos ceñidos a las enseñanzas científicas e históricas de Lenin y Mao Tse Tung. Por ende, no hablamos solo de EEUU, como lo hace un sector del revisionismo, sino de todos los países imperialistas, clasificados en súper-potencias y potencias.

En este sentido, las políticas estratégicas actuales del imperialismo son un conjunto de medidas reaccionarias diseñadas y aplicadas grados más grados menos por casi todas las potencias y súper-potencias, con la única diferencia de planes que se ajustan de mejor manera a sus intereses regionales, locales, etc., y a sus propias agendas expansionistas en lo comercial, financiero, diplomático y militar. No olvidar las enseñanzas de Mao Tse Tung respecto a la lógica de los países imperialistas y las clases dominantes en torno a la COLUSIÓN Y PUGNA. Luchan entre sí por el reparto del mundo y las riquezas pero a la vez y en determinadas coyunturas se coluden en defensa del viejo sistema de opresión o para zanjar las disputas de un imperialismo contra otro, de un grupo oligárquico local contra otro.

Las bases fundamentales de las políticas estratégicas del imperialismo son:
1.-Profundizar el capitalismo burocrático en los países oprimidos, por medio de los monopolios privados y públicos, con gobiernos títeres ya sean de la burguesía compradora o burocrática y grandes terratenientes. Los países del Tercer Mundo son clave en el sustento económico del imperialismo por lo que se convierten cada vez más en arena de lucha en las disputas inter-imperialistas, es decir en un apreciado botín que por ahora se lo reparte en base al chantaje financiero y diplomático, pero que camina hacia el reparto militar.

2.-Generar alianzas coyunturales y estratégicas, ya sea financiero-comerciales, diplomático-militares o todas a la vez, especialmente las súper-potencias con potencias e incluso naciones oprimidas. Así por ejemplo, EEUU e Inglaterra tienen un pacto para manejar el nuevo gobierno de Libia. En cambio China junto a Venezuela, Ecuador y otros, plantean “rechazar la intromisión de EEUU en asuntos internos de Libia”, esto lo hacen sobre la base de la defensa de los propios intereses petroleros y geopolíticos estratégicos del imperialismo chino y sus lacayos. La Unión Europea busca imponer TLCs con países latinoamericanos, mientras que Rusia es el principal proveedor de armas en Sud-América, etc.

3.-Promover el electoralismo burgués, el camino burocrático, como una de las principales válvulas de escape de los conflictos políticos y sociales en todo el mundo. De ésta manera pueden seguir sosteniendo a las clases dominantes de uno u otro país, lógicamente con ciertos cambios de las facciones en disputa, ciertos cambios legales constitucionales pero dejando intacta la estructura de explotación y opresión. Así por ejemplo, hicieron en América Latina a lo largo de la década del 2000. Cuando los pueblos se levantaron contra las transnacionales petroleras y mineras, contra los TLCs con EEUU, contra gobiernos corruptos, contra el hambre y la pobreza generalizada, entonces el imperialismo aplicó el parlamentarismo apuntando a que ganen gobiernos burgueses reformistas con los cuales poder desfogar el descontento de las masas y así evitar un posible estallido revolucionario de incalculables consecuencias. Vinieron entonces Hugo Chávez, Lucio Gutiérrez y luego Rafael Correa, los Kischner, Ortega, Evo Morales, etc. Eso mismo están haciendo ahora en el norte de África frente a las intensas protestas de las masas. En Túnez así como en Egipto están aplicando esta política. Otro ejemplo son las actuales movilizaciones de los estudiantes en Chile, ya se oye hablar de la “necesidad de una Constituyente”, ya están los lobos de la Concertación y todos los reformistas tras el camino burocrático.

4.-Sostener, legitimar y/o tolerar falsos partidos comunistas, revisionistas, con los cuales desviar la lucha de las masas hacia las posiciones legalistas, pacifistas, electoreras y de conciliación de clases. De este manera el imperialismo logró legitimar ante los ojos de las masas a gobiernos de la burguesía burocrática en América Latina durante ya una década y trabajan para seguir impulsando proyectos burgueses reformistas. Estos falsos partidos comunistas transitan permanentemente el camino del cretinismo parlamentario, de la inserción en el viejo Estado. Por poner solo unos pocos casos: el PCI-Marxista en la India; “Patria Roja” en el Perú, el PCMLM de Bolivia; el MPD y otros en Ecuador; el PC de Venezuela, etc.

5.-Aplicar represión jurídica y militar combinada, tanto contra las direcciones de los partidos y organizaciones comunistas y revolucionarias como contra las masas. Así por ejemplo, en el Perú asesinaron a un buen porcentaje del Comité Central del PCP y condenaron a cadena perpetua al Presidente Gonzalo; en la India asesinaron a Azad, el portavoz del PCI (Maoísta) y tienen encarcelados a decenas de dirigentes maoístas. En Inglaterra, frente a la rebelión de los jóvenes aplicaron juicios sumarios en masa contra 1500 personas, dictando condenas de hasta 4 años por convocar o incitar a las protestas; en Londres los tribunales de justicia burgueses trabajaron las 24 horas del día en juicios que duraban menos de media hora. En los mismos EEUU, la supuesta “tierra de libertad y democracia” se han recortado paulatinamente los derechos políticos y civiles hasta arribar a un Estado policiaco funcional a los partidos oligárquicos.

6.-Frente a los conflictos violentos, tanto Guerras Populares, como luchas armadas en general, el imperialismo busca aplicar “acuerdos de paz” que signifiquen la desmovilización de las guerrillas, entrega de las armas, desestructuración del Nuevo Poder y la inserción de los comunistas, revolucionarios y combatientes a las filas del viejo Estado. Para hacer esto aplican tanto represión militar, guerra psicológica, aniquilamiento de la dirección, compra de oportunistas, difusión del revisionismo, etc. A la par que el imperialismo habla de “acuerdos de paz” y desarme de las masas, viene aplicando una política de genocidio y arrasamiento. Esto tratan de aplicarlo en el Perú donde hallaron resistencia del PCP; en Nepal lo aplicaron totalmente con la ayuda del revisionismo; en la India lo intentan pero igual encuentran férrea resistencia de los Maoístas; en Filipinas han generado cierta confusión en los comunistas y las masas, pese a lo cual por lo pronto no han podido detener la GP, etc.

7.-Para sostener las ganancias del imperialismo, las grandes empresas monopólicas están intensificando la explotación del trabajo asalariado, sobre todo en los países asiáticos donde existe abundante mano de obra barata. Por ejemplo en la India, China, Mongolia y otros países, las jornadas laborales se extienden entre 12, 14 y hasta 16 horas diarias a cambio de miserables salarios que en el caso de la China llega en algunos lugares a 0,18 centavos de dólar la hora laborable.

8.-Promover el resurgimiento del fascismo en distintos grados en todo el mundo. Así, en Europa, comienzan a reaparecer peligrosos individuos y organizaciones neo-nazis, que reivindican a Hitler y Mussolini. En América del Sur promueven gobiernos fascistas y corporativistas como el de Chávez, Correa, Evo Morales y otros que concentran todo el poder en el Ejecutivo, desarticulan-reprimen la lucha de las masas así como a sus organizaciones sindicales y sirven profundamente a los distintos imperialismos.
El imperialismo es la reacción política en toda la línea y encuentra en el fascismo a su mejor aliado estratégico para impedir el derrumbe de este viejo sistema de opresión.

TAREAS DE LOS COMUNISTAS Y REVOLUCIONARIOS EN EL FRENTE DE LA LUCHA ANTI-IMPERIALISTA

La lucha anti-imperialista cada día va tomando más y más fuerza. Eso responde a que en el mundo actual la principal contradicción es entre los países imperialistas y las naciones oprimidas, lo cual se traduce en permanentes choques del movimiento comunista y de liberación nacional contra el imperialismo en todo el planeta.

Sin embargo, la lucha anti-imperialista, al ser un frente de combate sumamente amplio y que aglutina a enormes fuerzas políticas y sociales, es susceptible de caer en posiciones no proletarias que en vez de hacer avanzar esta lucha, la entrampen.

En virtud de lo cual, tenemos varias tareas ideológicas y políticas en el frente de lucha anti-imperialista.

1.-Desde hace algunos años atrás, el revisionismo e incluso un sector de las clases dominantes, vienen planteando la existencia del “imperio” en contraposición a la tesis del imperialismo. Estos sectores cuando hablan de “imperio” lo hacen generalmente en alusión a los EEUU, el cual es según ellos, el único país guerrerista, expansionista y opresor; en tanto que dejan a un lado (tácita o expresamente) el combate a los demás países imperialistas. Este planteamiento del “imperio” es sostenido por el revisionismo cubano, Hugo Chávez, las FARC y el ELN en Colombia, Evo Morales, algunos sectores de Alianza País, etc. En realidad quienes sostienen estas tesis no tienen ninguna confusión semántica o de léxico, sino ideológica y política pues no se trata de si es más agradable decir “imperio” o “imperialismo”. Quienes sostienen el planteamiento del “imperio” (a excepción de unos cuantos sinceros equivocados que pueden y deben corregirse) en realidad están sujetos o buscan un bastón de mando de otros imperialismos, por ello solo “atacan” a los EEUU o hacen con ellos menos negociaciones que en el pasado y en contrapartida abren las puertas a los capitales de otras súper-potencias o potencias. Así por ejemplo Hugo Chávez se ha alineado fuertemente con China y Rusia a quienes no solo no considera países expansionistas sino que incluso los ve como modelos a seguir.

Por todo esto es una de las tareas ideológicas defender la tesis del imperialismo de Lenin y Mao Tse Tung, combatiendo y aplastando el planteamiento revisionista y reformista del “imperio”. Solo hay una alusión científica e histórica correcta del término imperio: cuando nos referimos a Estados expansionistas en el esclavismo y/o el feudalismo (Imperio Romano, Imperio Español, etc.).

Por tanto los comunistas y revolucionarios debemos combatir contra todo el sistema imperialista, principalizando a las súper-potencias EEUU, China, Rusia y sin dejar de lado el combate también a los otros imperialismos como Inglaterra, Japón, Israel, Alemania, Italia y Francia. Caso contrario las masas serán engañadas por el nacionalismo burgués que las llevará a salir del dominio de un país imperialista para caer en el dominio de otro.

2.-Hoy más que nunca nos corresponde materializar la gran tesis de Lenin respecto a que “La lucha contra el imperialismo es una frase vacía y falsa si no va indesligablemente unida a la lucha contra el oportunismo”. Vemos como en la lucha anti-imperialista, al ser una lucha que convoca masivamente a los pueblos, no faltan los oportunistas de todo color que disfrazándose de “anti-imperialistas” buscan traficar con esto para luego andar de candidatos electoreros en la vieja democracia burguesa o presionar a las clases dominantes para que les arrojen unas migajas de la explotación del trabajo asalariado. En esto por ejemplo, en el Ecuador, son campeones el viejo PC y los socialistas, así como el MPD y Pachakutic. De esta manera, se convierte en una tarea política de primer orden unir la lucha anti-imperialista con la lucha anti-revisionista y anti-oportunista.

3.-La lucha anti-imperialista debe ocupar un gran espacio en los programas de los partidos comunistas, fundamentalmente en los países oprimidos, ya que en ellos el problema nacional no fue resuelto por los débiles, dispersos y traicionados intentos de las revoluciones burguesas de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Para el proletariado y su Partido, la lucha anti-imperialista debe ser un aglutinante de las demás clases oprimidas que conforman el Pueblo y deben ser organizadas y movilizadas en el Frente Único.

4.-Debemos trabajar intensa y permanentemente por desenmascarar y combatir efectivamente la posibilidad de una tercera guerra imperialista mundial, siguiendo la consigna revolucionaria internacionalista: “O LA REVOLUCIÓN DETIENE LA GUERRA IMPERIALISTA O LA GUERRA IMPERIALISTA DESATA LA REVOLUCIÓN”. Consecuentes con esto, la única posibilidad de parar una futura guerra imperialista es desarrollando la Guerra Popular a escala global, y una vez desatada la guerra imperialista bregar por transformarla en guerra civil revolucionaria. En todo caso, solo un proletariado y pueblo armados ideológica, política y militarmente podrán hacer frente victoriosamente a los imperialistas, caso contrario correrán el enorme riesgo de ser masacrados y subyugados.

5.-Para desplegar la lucha anti-imperialista debemos bregar por imponer el Maoísmo como único mando y guía de la nueva gran ola de la revolución proletaria mundial, con el fin de que ni el revisionismo, ni los oportunistas electoreros ni el reformismo o nacionalismo burgués puedan desviar al proletariado y al pueblo del norte estratégico de la revolución.

¡ABAJO EL IMPERIALISMO YANQUI, SÚPER-POTENCIA FASCISTA Y ULTRA-GUERRERISTA!
¡DEFENDER, ENARBOLAR Y APLICAR LA TESIS DEL IMPERIALISMO EN CONTRA DEL PLANTEAMIENTO REVISIONISTA Y REFORMISTA DE “IMPERIO”!
¡VIVA LA LUCHA ANTI-IMPERIALISTA DE LOS PUEBLOS!
¡SOLO CON GUERRA POPULAR SE FRENARÁ Y DERROTARÁ LA FUTURA GUERRA IMPERIALISTA!

COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR

9/09/2011