9/11/11
COLOMBIA Y LA BANCARROTA DEL REVISIONISMO ARMADO
Grandes titulares en la prensa burguesa ha ocasionado la muerte del principal comandante de las FARC, Alfonso Cano, a manos de las FFAA colombianas. El imperialismo y las clases dominantes tratan de sacar provecho de esto para decir que supuestamente las masas rechazan en general todo tipo de “movimientos violentos”.
Por su parte el revisionismo no hace sino lamentar esa muerte pero seguir ciega y equivocadamente repitiendo y reproduciendo los mismos errores que lo han llevado al fracaso.
Este es un complejo acontecimiento del cual el proletariado debe extraer lecciones.
Colombia, un país de enormes desigualdades sociales
Colombia es un país oprimido por el imperialismo, principalmente norteamericano; país que tiene diversos grados de feudalidad subyacente; gobernado desde hace varias décadas atrás por una furiosa oligarquía de grandes burgueses y terratenientes, anti-comunistas, pro-imperialistas, tiránicos, paramilitares y narcotraficantes, actualmente encabezados por el eje Santos-Uribe.
En Colombia se ven los extremos más grandes: abundante riqueza de una minoría y profunda y extendida pobreza de millones de campesinos y obreros.
Esto lo planteamos a riesgo de redundar en cosas conocidas, pero necesarias pues son premisas para el debate.
Las FARC y la guerra en Colombia
Las FARC nacen a mediados de la década del 60 del siglo XX como una respuesta necesaria de las masas, sobre todo campesinas, frente a la cruenta represión orquestada por el Partido Conservador, expresión concentrada del gamonalismo.
La guerrilla pese que comenzó a formarse de la mano del Partido Liberal en los años 50 como autodefensa campesina, podía haber adoptado una línea revolucionaria clasista sobre la base de la fuerte influencia y auge de la Revolución China, de la lucha entre marxismo y revisionismo en Colombia y de la consecuencia que en Marquetalia mostraron en aquel entonces los guerrilleros.
Sin embargo, sus principales dirigentes como por ejemplo Jacobo Arenas y el mismo Manuel Marulanda, decidieron, equivocadamente, alinearse con el social-imperialismo soviético y el revisionismo cubano. Ese fue el comienzo de un lento camino que poco a poco los llevaría a desacumular ideológica, política y militarmente.
Inclusive en los años 80, transitaron por el camino del cretinismo parlamentario cuando junto a otras organizaciones socialdemócratas impulsaron el proyecto de la “Unión Patriótica”, años en los que perdieron a decenas de cuadros a manos de los paramilitares y el Ejército.
Cuando se da la caída del Muro de Berlín, a las FARC se les removió fuertemente el piso, trataron de buscar un “referente ideológico” en el bolivarianismo (corriente social-demócrata burguesa), al punto de plantear en sus documentos oficiales temas como: “Bolivarismo y Marxismo: un compromiso con lo imposible”.
Esto último fue el punto más complejo en su devenir revisionista, pues a partir de entonces han caído en la trampa de apoyar a gobiernos reformistas de la burguesía burocrática, los mismos que no han dudado en “apuñalarlos” por la espalda y a veces incluso de frente.
Con su secretariado de relaciones internacionales apoyaron a Lucio Gutiérrez en Ecuador, el mismo que no dudó en colaborar con la CIA para capturar a Simón Trinidad en la ciudad de Quito en el año 2004. Apoyaron al “bolivariano” Rafael Correa y sin embargo éste oligarca fue cómplice de la muerte de Raúl Reyes en Angostura en el 2008. Apoyaron al bolivariano Hugo Chávez, el mismo que no ha dudado en capturar guerrilleros de las FARC, como fue el caso de Julián Conrado, y entregarlos al régimen fascista de Santos para que los aniquilen en las cárceles colombianas.
Y en la misma Colombia, han apoyado a la “unificación” de socialdemócratas en el “Polo Democrático”.
Alfonso Cano muere al igual que Raúl Reyes, el Mono “Jojoy” y Manuel Marulanda: en campamentos guerrilleros con grandes metralletas, pero sin masas, sin nuevo poder en construcción, sin claridad de hacia donde va la guerra en Colombia.
La paulatina y creciente derrota de las FARC, no es en modo alguno, la derrota de la viabilidad, necesidad y obligatoriedad de la lucha armada revolucionaria en Colombia y en todo el mundo; es simplemente la derrota del tercerismo pequeño-burgués, del foquismo guevarista, en definitiva, del revisionismo armado.
Las FARC, una expresión del revisionismo armado
Vale recalcar que un arma no dirime si una organización o persona es revolucionaria, sino sus objetivos estratégicos y planteamientos programáticos. Desde luego las FARC no son terroristas, sino una organización guerrillera revisionista.
El devenir constante de las FARC en una organización revisionista armada se expresa fundamentalmente en:
-no hablan de imperialismos (varios) de una manera científica sino de “imperio” (Exclusivamente EEUU). Es decir no son anti-imperialistas sino anti-yanquis.
-reniegan del marxismo revolucionario, acogiendo la corriente burguesa del bolivarianismo.
-su programa de gobierno busca una democracia burguesa de viejo tipo, muy similar al estilo europeo. (Ver la “Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia”).
-no aplican guerra revolucionaria agraria de masas, sino una guerra foquista.
-para ellos lo principal es la guerrilla y no el Partido Comunista.
-vienen plateando conversaciones de paz para dar una “salida política al conflicto”. Esto no es sino un eufemismo para encubrir con palabras altisonantes la entrega de las armas y desmovilización guerrillera a cambio de amnistía general y “reinserción social” con algunas reformas a la vieja sociedad para decir que “han conseguido algo”. Es decir buscan una “rendición decorosa”….
Es un deber de los comunistas y revolucionarios que persistimos en la línea roja del proletariado combatir las tesis del revisionismo armado ya que causan un enorme daño a la liberación del pueblo, tal y como lo comprueba el accionar del FSLN en Nicaragua en los 80, de la URNG y el FMLN en Guatemala y el Salvador en los 90, el FPMR en Chile, el MRTA en Perú, las mismas FARC en Colombia, etc.
La guerra en Colombia lamentablemente está inclinada hacia el triunfo momentáneo de las clases dominantes en tanto que las FARC se han aislado del pueblo, estratégicamente están derrotadas y sobretodo porque no representan los intereses del proletariado y el campesinado colombiano, sino de una facción de la pequeña-burguesía, revisionista y reformista.
Indudablemente Colombia necesita una guerra para acabar con las injusticias que allí se viven, pero esa tiene que ser una guerra revolucionaria de las masas, bajo alianza obrero-campesina, en la que los intelectuales democráticos y revolucionarios sean quienes transmitan la ideología marxista al pueblo y no quienes sustituyan a ese pueblo en el combate, todo esto no es sino la Guerra Popular aplicada a las condiciones de Colombia.
Pedir o soñar que en las actuales circunstancias las FARC cambien sus desviaciones revisionistas y asuman un programa revolucionario es muy difícil que se vuelva realidad, tendrán que ser otros, los que con una línea ideológica clara reconstruyan todo en términos del Partido Comunista, el Frente Único y el Ejército Popular.
El “farianismo” como tendencia revisionista en el Ecuador
Durante varias décadas, el revisionismo armado de las FARC ha servido de “inspiración” a las distintas facciones del revisionismo ecuatoriano, las mismas que en medio de su profundo eclecticismo han tratado de coger de aquí y de allá, de un proceso y de otro, armando así una especie de ideología de retazos. El farianismo ha sido promovido, grados más grados menos, por el viejo partido comunista, por todas las corrientes de los socialistas, incluidos los “amarillos”, por el MPD, Pachakutic, por el MIR, por los alfaristas y bolivarianos, por la Coordinadora de Solidaridad con Cuba…De esta manera han causado una enorme confusión entre las masas que en algunos casos piensan que si “lo que hacen las FARC es revolución entonces no queremos que eso se de por acá”.
Ésta década es la de la desarticulación definitiva de uno de los últimos bastiones del revisionismo armado en el mundo, esa confusión que va dejando es necesario aclararla, levantando la nueva esperanza que significa para los oprimidos del mundo el desarrollo de la Guerra Popular en varios países.
La Guerra Popular, estrategia militar del proletariado revolucionario
A pesar de que el imperialismo trata de mostrarse fuerte e invencible, en realidad es un tigre de papel que va siendo carcomido y destruido por las luchas revolucionarias del proletariado y los pueblos del mundo, cuyas expresiones más elevadas y de vanguardia son las Guerras Populares.
En contrapartida a la creciente derrota de las FARC, en el mundo se va afirmando un tipo diferente de guerra revolucionaria, la misma que surge de las entrañas del pueblo, que aunque no tenga grandes y modernas metralletas va conquistando la simpatía y apoyo de las masas, en la que en vez de campamentos guerrilleros a la antigua busca establecer bases de apoyo con las mismas masas como Nuevo Poder en construcción, en la que se lucha porque el Partido Comunista mande al fusil y no a la inversa, en la que los combatientes no son militaristas ni una carga parasitaria sino que cumplen las tres tareas básicas de combatir, producir y movilizar a las masas, en la que se aplica la verdad universal de la ciencia del proletariado a la realidad concreta de cada país.
Esta guerra revolucionaria es en concreto la Guerra Popular que viene repotenciándose en la India, Filipinas, Perú y Turquía, y que en ésta década y la próxima, estallará en muchos países de los cinco continentes.
Que la sangre derramada por el pueblo colombiano durante largos años acompañada de una creciente derrota, sirva a muchos para reflexionar sobre la importancia de contar con una línea ideológica clara que le de rumbo a la guerra y permita aplastar al imperialismo y las clases dominantes.
ABAJO EL IMPERIALISMO Y EL GOBIERNO DE SANTOS
VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO COLOMBIANO
NO AL FOQUISMO NI AL REVISIONISMO ARMADO
VIVA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA, FILIPINAS, PERÚ Y TURQUÍA
COLOMBIA NECESITA GUERRA POPULAR PARA ACABAR CON LA OPRESIÓN SOCIAL Y NACIONAL
COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN
PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR