Continuando
con las actividades de celebración del II Aniversario del Comité de
Reconstrucción del PCE, publicamos el siguiente documento titulado “Correa y el
Fascismo”. En el se hace un análisis a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo,
de las características del régimen actual para tipificarlo como fascista y
corporativo. Comprender esto es de mucha importancia para definir adecuadamente
el tipo de tareas revolucionarias a empujar a corto y mediano plazo y en función
de dotarle a la clase obrera y los pueblos de los instrumentos teóricos
necesarios para desenmascarar, resistir y combatir al régimen fascista.
Para
todos los análisis utilizamos el marxismo-leninismo-maoísmo, ciencia
revolucionaria del proletariado, pero lógicamente, tratándose el fascismo de un
proceso de la lucha de clases surgido a partir de 1920 aproximadamente, nos
corresponde ceñirnos a las valoraciones de quienes pudieron objetivamente
conocerlo e interpretarlo. Así, Carlos Marx y Federico Engels no vivieron estos
procesos, ni el mismo Lenin pudo conocerlo a fondo pues como todos sabemos
falleció en 1924. Esta tarea le correspondió a Stalin, a los dirigentes de la
Internacional Comunista como Jorge Dimitrov, a Mao Tsetung, y a otros revolucionarios
destacados como José Carlos Mariátegui quien estuvo en una gira política en
Europa precisamente cuando el fascismo de Benito Mussolini iba creciendo e
incluso vivió la ocupación de las fábricas en Turín. De igual manera tenemos
las enseñanzas del Presidente Gonzalo, gran comunista forjador del PCP, quien
vivió, analizó y combatió el fascismo del gobierno de Velasco Alvarado en el
Perú y posteriormente al de Alan García y Fujimori.
EL
FASCISMO, HIJO DEL IMPERIALISMO
“Los círculos imperialistas intentan
descargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.
Para esto, necesitan el fascismo.” Jorge Dimitrov
Correa
dirige un gobierno representante de grandes burgueses y terratenientes,
sometidos al imperialismo, principalmente EEUU y CHINA. Es un gobierno donde
los grandes empresarios, banqueros, terratenientes y la alta burocracia se
están enriqueciendo como nunca antes; en tanto que las masas populares,
principalmente obreros y campesinos, viven en condiciones crónicas de pobreza,
hambre y desempleo.
El
régimen ha entregado en bandeja de plata los recursos naturales y muchas
concesiones de servicios a los monopolios extranjeros. Así por ejemplo, los
sistemas de comunicación de telefonía móvil están mayoritariamente en las manos
de “CLARO” y “MOVISTAR”; el petróleo y la minería se reparten entre empresas
canadienses, chinas y norteamericanas; los monopolios automotrices de la FORD,
TOYOTA y otras marcas imperialistas utilizan al Ecuador como industria de
ensamblaje bajo el sistema de patentes y concesionarias, etc.
La
burguesía burocrática, principalmente la cúpula de Alianza País, se viene
enriqueciendo por medio de la contratación pública; la burguesía compradora se
enriquece jugando el papel de intermediaria con los países imperialistas en
torno al comercio y transacciones financieras, explotando furiosamente el
trabajo asalariado de los obreros; los terratenientes se enriquecen sobre la
base de la renta de la tierra o de la explotación directa de millones de
campesinos pobres ya sea en las modalidades de trabajo al partir o como
jornaleros.
Para
profundizar todo esto, el imperialismo y las clases dominantes necesitan el
fascismo de Correa en el Ecuador. ¿Cuáles son los rasgos y características del
fascismo en el país? A continuación describimos y analizamos los principales.
CONCENTRACIÓN
DE LOS PODERES DEL ESTADO EN EL EJECUTIVO
“Para nosotros el fascismo es la
negación de los principios demoliberales, es la negación de los principios
demoburgueses nacidos y desarrollados en el siglo XVIII en Francia; esos
principios han ido siendo abandonados por la reacción, por la burguesía en el
mundo, así es como ya la Iª Guerra Mundial nos hizo ver la crisis del orden
demoburgués, por eso es que posteriormente insurge el fascismo.” Presidente
Gonzalo
Correa,
en su objetivo de profundizar el capitalismo burocrático para servir a los
intereses de los monopolios extranjeros y de las clases dominantes internas,
viene cambiando de las formas demo-liberales de gobierno a formas fascistas y
corporativistas. Esto significa que muchos de los derechos liberales
establecidos por los Estados burgueses (entre los que se encuentra el viejo
Estado ecuatoriano) a partir de la Revolución Francesa de 1789 vienen siendo
destruidos.
Así
por ejemplo la clásica división de los poderes del Estado en el Ecuador ya no
existe. El gobierno de Correa viene desde el inicio de su gestión en un proceso
de concentración de todos los poderes del Estado en el Ejecutivo, y dentro del
ejecutivo en el Presidente de la República. Tanto la Asamblea Nacional, el
Consejo Nacional Electoral, el Consejo de Participación Ciudadana y Control
Social y las cortes de justicia están totalmente sometidas al poder ejecutivo.
CORPORATIVISMO
Otro
rasgo esencial del actual régimen es el corporativismo: la división y/o
destrucción de los sindicatos y gremios independientes, cooptación del
movimiento popular por parte del Estado. Alianza País difunde a como de lugar
la idea de que el Estado es el pueblo y el pueblo es el Estado, bajo esta
premisa buscan corporativizar a la sociedad ecuatoriana montando corporaciones
en todos los segmentos que les sea posible: obreros, productores agrícolas,
profesionales, comerciantes, artistas e incluso a ciertas facciones de la
Iglesia y las fuerzas armadas y policiales. Para esto tienen toda una
ramificación ministerial y de secretarías de Estado, así por ejemplo el MIES
con el pretexto de hacer obra social tiene el control absoluto de la
administración de muchos barrios y comunidades, espacios desde los cuales
chantajean a las masas. En este sentido el gobierno de Correa se guía por la
frase de Benito Mussolini: “Todo en el Estado, nada contra el Estado,
nada fuera del Estado.” Siguiendo este
parámetro el gobierno busca la destrucción total del movimiento sindical que no
está bajo su influencia directa, la desorganización y desunión de las
comunidades campesinas que no se alinean con las autoridades, lo mismo hacen
con el movimiento estudiantil secundario y universitario, con los maestros y el
movimiento barrial. Si analizamos brevemente como está la organización de masas
podemos ver que un buen porcentaje de los gremios, sindicatos, dirigencias
comunales y otros o son cooptados por el Estado o el Estado crea otras
organizaciones similares paralelamente, el caso más evidente es la creación en
noviembre del 2011 del sindicato de trabajadores públicos de alineación
gobiernista para hacer contrapeso a la CONASEP; la creación desde el Ministerio
de Educación de la red de consejos estudiantiles para destruir a la
organización natural de los secundarios, la FESE; o la creación vía
constitucional de las Juntas Parroquiales que son la extensión del viejo Estado
y sus funcionarios en el campo ecuatoriano con el objetivo de destruir la
organización natural de las comunidades y dividirlas.
PROPAGANDA
DEMAGÓGICA MASIVA Y PERMANENTE
El
gobierno de Correa se caracteriza además por una amplia estrategia de engaño de
las masas en función del proyecto fascista. Para esto la cúpula de Alianza País
viene aplicando a las condiciones concretas del país, el manual de propagada de
Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi, quien plantea entre otras cosas
lo siguiente: “La propaganda debe
limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente,
presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre
convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas... Si una mentira se
repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad.”
Para
el régimen es fundamental contar con un poderoso aparato de propaganda estatal
que le permita reproducir las ideas y conceptos necesarios para adormecer a las
masas y así poder explotarlas con mayor fuerza y sin que existan paros, huelgas
ni protestas. Para el efecto vienen estatizando una serie de medios de
comunicación y censurando a medios opositores.
Quieren
transmitir la idea de que no existen las clases sociales y la lucha de clases;
para el efecto difunden incansablemente términos como “ciudadanía” según el
cual “todos somos iguales ante la ley” tanto el ciudadano Rafael Correa, como
el ciudadano Álvaro Noboa o el ciudadano que vende pinchos en la esquina, el
ciudadano carpintero, campesino, etc.; plantean consignas como “la Patria ya es
de todos” tratando de hacer ver que en el Ecuador las condiciones de desarrollo
y progreso son iguales para todos, para el banquero y para el vendedor
ambulante, para el empresario y para el obrero, para el terrateniente y para el
campesino, etc. Las consignas que se difunden desde el Ministerio de
Relaciones Laborales: “sinergia entre patrones y trabajadores”, “por el diálogo
todo, por la fuerza nada” buscan desarmar ideológica y políticamente a los
trabajadores, tratando de que estos crean en los acuerdos entre ricos y pobres
y que no realicen paros ni huelgas.
Para
confundir aún más a las masas, tratan de presentarse como los continuadores
legítimos de los procesos históricos del
Ecuador, Correa y su séquito de lacayos dicen ser los continuadores de Bolívar
y Alfaro. Es decir, por un lado levantan
el patriotismo burgués y por otro lado se adjudican la representación histórica
de ese patriotismo burgués. Esta es una vieja táctica fascista, al respecto
Jorge Dimitrov nos plantea: “Los fascistas resuelven la historia de cada
pueblo, para presentarse como herederos y continuadores de todo lo que hay de
elevado y heroico en su pasado, y explotan todo lo que humilla y ofende a los
sentimientos nacionales del pueblo, como arma contra los enemigos del
fascismo.() Mussolini se esfuerza obstinadamente en sacar partido de la figura
heroica de Garibaldi. Los fascistas franceses tremolan a Juana de Arco como su
heroína. Los fascistas norteamericanos apelan a las tradiciones de la guerra de
la independencia americana, a las tradiciones de Washington y de Lincoln. Los
fascistas búlgaros explotan el movimiento de liberación nacional de la década
del 70 del siglo pasado y a los héroes populares, tan queridos, de este movimiento,
como Vasil Levski, Stefan Karadsha, etc.”
Bajo esta “lógica” reaccionaria difundida por el régimen, quien se
levante contra el gobierno de Correa, no se está levantando contra el gobierno
de Correa sino contra toda la historia de una nación.
Finalmente,
en cuanto a propaganda fascista del régimen de Correa se refiere, está el hecho
de que se disfrazan de socialistas, revolucionarios y patriotas. Buscan
difundir la idea de que Correa está contra los “pelucones” haciendo alusión a
los ricos, cuando en la práctica está co-gobernando con los ricos de este país.
Correa en sus concentraciones políticas entona la canción “El pueblo unido” del
grupo Quilapayún, y en esta farsa le ayuda sobremanera el “aporte” del
revisionismo, desde el 2006 con el MPD, PK, PS-FA y el viejo PC, y desde el
2010 ya solo con los socialistas y falsos comunistas. Inclusive en el desfile
del primero de mayo del presente año en la ciudad de Quito, Correa ha
manifestado que no es un gobierno a favor de los trabajadores sino que es el
gobierno de los trabajadores. Al respecto Mariátegui nos plantea: “El fascismo,
antes bien, se creía revolucionario. Su propaganda tenía matices subversivos y
demagógicos. El fascismo, por ejemplo, ululaba contra los nuevos ricos.” En
Alemania, el partido de Hitler se llamaba “Nationalsozialistische Deutsche
Arbeiterpartei (Partido de los Trabajadores Alemanes Nacionalsocialista,
NSDAP). Correa y su gobierno dicen ser patriotas cuando en la práctica han
hipotecado el Ecuador a los monopolios imperialistas de EEUU y CHINA. Como
vemos el disfraz de revolucionarios lo utilizan para confundir y desorientar a
las masas.
ECLECTICISMO
IDEOLÓGICO
El
fascismo no tiene una ideología en particular sino que es una mezcla ecléctica
oportunista de todo lo que le sirve para defender la opresión burguesa, ya sea
directa o indirectamente de forma abierta o velada.
Por
eso no es casual que Correa plantee que Alianza País no es “ni de derecha ni de izquierda, ni
capitalista ni comunista”. Aquí les cae como anillo al dedo las farsas que
planteaba Benito Mussolini respecto a su partido en Italia para confundir a los
trabajadores: “"Después de todo,
¿qué importa el contenido teórico de un partido? Lo que le da la fuerza y la
vida es su tonalidad, es su voluntad, es el ánima de aquéllos que lo
constituyen".” Mussolini
Correa
en sus cadenas sabatinas, en los periódicos y canales del Estado plantea de
todo un poco para defender el proceso
fascista y de profundización del capitalismo burocrático que está llevando a
cabo: una veces lanza duros ataques verbales contra los “ricos”, luego plantea
la armonía nacional entre empresarios y trabajadores, un día habla de la
reforma agraria, otro día dice que eso ya no sirve que lo que hay que darle al
campesino es mejores semillas y vacas, unas veces dice que EEUU es un país
opresor pero acto seguido manda a sus ministros a negociar al acuerdo de
preferencias arancelarias con los mismos EEUU, crítica a la Iglesia pero es el
primero en ir a misa públicamente y pedir la bendición de los curas para con su
gobierno, etc. Al respecto es correcto lo que el Presidente Gonzalo señala: “Consideramos al fascismo también en el
plano ideológico como un sistema ecléctico, no tiene una filosofía definida, es
una posición filosófica hecha de retazos, coge de aquí y de allá lo que le
conviene; esto se expresa claramente en García Pérez: cuando va a Harare en
Africa es africano y saluda a los africanos, a Kenneth Kaunda, cuando va a la
India saluda a Gandhi es gandiano, cuando va a Méjico saluda a Zapata es
zapatista, cuando vaya a la Unión Soviética si es que fuere va a ser salvador
de la Perestroika; él es así, es que ésa es la formación ideológica, filosófica
del fascismo, no tiene una definida posición, es un eclecticismo, toma lo que
está a la mano.”
Por
todo esto podemos ver como en Alianza País conviven ex – social-cristianos como
Alexis Mera con ex – emepedistas como Tania Masson, militantes burgueses con
militantes obreros confundidos, personas del OPUS DEI con los ateos del viejo
PC.
REPRESIÓN
Este
rasgo del fascismo se expresa en que las clases dominantes van destruyendo los
derechos demo-liberales para aplastar la resistencia y lucha de las masas. Así
por ejemplo hace una década las masas salían a luchar y eran reprimidas con un
par de días de prisión, ahora salir a las calles a protestar es acusado como
“sabotaje y terrorismo” con las consiguientes penas de meses o años de cárcel,
expropiaciones, humillación pública, despido del lugar de trabajo, expulsión
del centro de estudios, etc. El régimen está formando el sistema de
inteligencia nacional junto a un aparataje de espías que trabajen en
coordinación con FFAA, Policía Nacional y el sistema judicial. Aprovechan el
tema de la delincuencia para militarizar el país y corporativizar los barrios y
comunidades. Sin embargo hay que tener en cuenta que hacer una identificación
mecanicista del fascismo con represión es un error. El presidente Gonzalo nos
dice: “En cuanto al problema de
identificar fascismo con terror, con represión, nos parece que es un error, lo
que pasa en este caso es lo siguiente: si uno recuerda el marxismo, el Estado
es la violencia organizada, ésa es la definición que nos han dado los clásicos
y todo Estado usa violencia porque es dictadura, si no ¿cómo contendría para
oprimir y explotar? no podría hacerlo; lo que sucede, en consecuencia, es que
el fascismo desarrolla una violencia más amplia, más refinada, más siniestra,
pero no se puede identificar fascismo igual violencia, es un craso error. Esas
son ideas que después de la Segunda Guerra Mundial van a desarrollarse aquí en
el Perú y son ideas que ha difundido y planteado muchas veces Del Prado y son
ideas que también ha planteado Dammert.”
Es
necesario este concepto del presidente Gonzalo ya que un sector de la burguesía
compradora y el revisionismo vienen planteado que en el Ecuador existe un
gobierno “autoritario” y/o “totalitario” lo cual nuevamente es un intento por
negar el carácter de clase del Estado. Dicho de otra manera, para los
revisionistas el gobierno de Gustavo Noboa o Alfredo Palacios eran
“democráticos” porque no fueron “autoritarios ni totalitarios” como el de
Correa.
Toda
democracia es una dictadura, inclusive la nueva democracia o el socialismo,
donde habrá democracia para las masas trabajadoras y una feroz dictadura para
con los elementos de la gran burguesía y terratenientes derrocados y los
contra-revolucionarios. Entonces en la democracia burguesa, ya sea que esté un
gobierno demo-liberal o uno fascista, la opresión y represión contra las masas
del pueblo seguirá, lo que cambian son las formas. Por eso nuestro Partido no
califica al régimen de Correa de “gobierno autoritario o totalitario” sino de
gobierno fascista y tampoco engaña a las masas diciendo que cuando termine el
gobierno de Correa ya no habrá “autoritarismo” o “totalitarismo” pues para
acabar con la opresión del pueblo corresponde derrocar íntegramente la
dominación imperialista y el capitalismo burocrático en el país.
Además
aquí vale desenmascarar una de las mentiras que Alianza País y los revisionistas
vienen diciendo para negar que Correa sea fascista. Plantean que Correa “ganó
las elecciones” mientras que Mussolini o Hitler supuestamente serían caudillos
que llegaron al poder por otros medios. Esto es una tergiversación absoluta de
la historia. Benito Mussolini y el Partido Nacional Fascista ganaron las
elecciones legislativas de 1924, en tanto que Hitler y el NSDAP ganaron
sucesivamente las elecciones de 1930 y 1932, al punto de que el presidente
alemán Hindenburg se vio obligado a nombrar a Hitler como canciller de la
República en 1933.
CÓMO
ENFRENTAR AL FASCISMO
“El fascismo italiano representa,
plenamente, la anti-revolución o, como se prefiera llamarla, la
contra-revolución. La ofensiva fascista se explica, y se cumple, en Italia,
como una consecuencia de una retirada o una derrota revolucionaria.” José
Carlos Mariátegui
Para
enfrentar al fascismo hay que comprender a más de sus características, su
esencia. El fascismo no es un fenómeno aislado ni mucho menos casual; surge
como la necesidad del imperialismo y las clases dominantes para reforzar su
dominio y aplastar la resistencia de las masas. En ese sentido, la lucha
anti-fascista ni ninguna lucha revolucionaria verdadera puede ser en los marcos
de la democracia burguesa.
Las
distintas clases sociales y sus respectivos partidos políticos plantean
diversas estrategias correspondientes a sus intereses materiales y concepción
del mundo.
Un
sector de las clases dominantes, concretamente la burguesía compradora con los
partidos PSP, PSC, el partido de Guillermo Lasso y otros, proponen sacar al gobierno mediante el
recambio electoral, es decir ganándole en las urnas a Alianza País. Le apuestan
a una salida pacífica y negociada, totalmente insertada en los marcos de la
legalidad burguesa. La burguesía compradora tiene contradicciones con el
gobierno exclusivamente en el ámbito del reparto del pastel, es decir en como y
quien administra la riqueza del país en función de a quien le toca más y se
beneficia de los contratos estatales y con el imperialismo. Por eso vemos que
tanto la burguesía burocrática así como la burguesía compradora aplican
colusión y pugna. Sin embargo eso no descarta que ante su derrota electoral del
2013 pretendan más adelante montar algo similar al 30-S.
El
revisionismo hoxhista, con su estrategia de “frentismo electoral” junto al
reformismo indigenista han formado la “Coordinadora Plurinacional de las
Izquierdas” para supuestamente ganarle a Correa en las urnas del año 2013. Esta
alianza reformista electorera la integran además del MPD y Pachakutic, el
movimiento RED, liderado por Martha Roldós; Poder Popular, del prefecto de
Azuay, Paúl Carrasco; Montecristi Vive de Alberto Acosta y Fernando Vega;
Convergencia de Nivea Vélez; Participación, de Gustavo Larrea y Corriente Revolucionaria
Socialista de Gustavo Vallejo y Enrique Ayala. Como vemos esta es una coladera
de oportunismo y contradicciones.
Desde
el lado del proletariado, la estrategia de la lucha contra el actual régimen es
completamente diferente y hasta antagónica a la de la burguesía compradora y el
revisionismo.
Nosotros
partimos una vez más de la tipificación del gobierno de Correa como fascista y
corporativo. No llegó casualmente al poder y tampoco se irá así nomás. Como
estrategia del imperialismo y las clases dominantes se quedará hasta cuando
haya cumplido los objetivos que se propusieron en el 2006 o hasta que ya no les
sirva y necesiten otra ficha y otro embudo. ¿Cuáles son estos objetivos?
Entregar las riquezas del país a los monopolios imperialistas, servir al
capital financiero internacional, usar al Ecuador como ficha de ajedrez en las
disputas inter-imperialistas, a lo interno del país enriquecer a banqueros,
empresarios y terratenientes, desorganizar y dividir profundamente a las masas,
aplastar a toda resistencia y reestructurar el viejo Estado devolviéndole la
legitimidad que necesita ante las masas para la tan ansiada gobernabilidad de
las clases dominantes. Una vez que cumpla estos objetivos o que ya no pueda
cumplirlos, será entonces cuando el imperialismo y las clases dominantes del
país decidan cambiarlo, mientras tanto se queda.
Esto
lo decimos no por pesimismo, sino por objetividad científica como materialistas,
como comunistas. Aquellos que creen que van a sacarle a Correa en las
elecciones burguesas del 2013 están equivocados. El imperialismo y las clases
dominantes le necesitan por lo menos un periodo más, es decir el periodo 2013 –
2017. El fascismo jamás se ha instaurado para periodos cortos de tiempo, pues
en pocos meses o años no podrían aplicar todo su esquema y aparataje así como
tampoco podrían cumplir los objetivos básicos de todo régimen fascista (servir
al imperialismo, a los reaccionarios y aplastar a las masas, a los
revolucionarios). En Italia Mussolini
estuvo 20 años en el poder, en Alemania los nazis gobernaron cerca de 15 años;
en España Francisco Franco dirigió el Estado por aproximadamente 40 años, en
Chile Pinochet gobernó 17 años, en Perú Fujimori estuvo una década. Veamos
ejemplos más actuales, Hugo Chávez va 13 años gobernando Venezuela y se
proyecta para un periodo más, en tanto que Lula y Rousseff en Brasil llevan un
periodo de más de una década…
Para
garantizar esta continuidad, el fascismo en Ecuador ha puesto a dedo a personas
de Alianza País como consejeros y funcionarios del Consejo Nacional Electoral y
el Tribunal Contencioso Electoral, controla poderosos medios de comunicación
estatales y tiene a las FFAA de su lado las mismas que son las llamadas a
controlar los procesos electorales, es decir el fraude está totalmente
preparado, es la crónica de un fraude anunciado. Todo esto sin contar que tiene
el voto seguro de un sector de las masas atrasadas que han caído en la lógica
del clientelismo y el corporativismo.
En
esta perspectiva los comunistas nos preparamos para desenmascarar, resistir y
combatir al régimen fascista de Correa, a corto y mediano plazo, estrategia que
debe ser afianzada entre el sector avanzado del pueblo.
DESENMASCARAR
al fascismo significa ir quitándole el disfraz de revolucionarios y patriotas
que se han puesto el gobierno y Alianza País, demostrar con hechos, cifras,
datos y argumentos que no son revolucionarios ni patriotas, que son todo lo
contrario reaccionarios y anti-patriotas, derechistas vendidos al imperialismo.
Contraponer a esta farsa de revolución “ciudadana” las verdaderas revoluciones
de Rusia (1917-1956) y China (1949-1976) donde obreros y campesinos llegaron a
tener el poder y se devolvieron las riquezas a las masas populares.
RESISTIR
al fascismo, porque estamos conscientes de lo que se viene y ya se está viendo
en el país: detenciones bajo la acusación de sabotaje y terrorismo, juicios
penales a opositores, despidos de trabajos, expulsiones de centros de estudios,
humillaciones públicas, etc., de todo eso hay que estar conscientes, se viene
una etapa negra de persecución y oscurantismo en el país. El revisionismo dice
que si no hacemos actos públicos visibles y no asomamos en marchas abiertas y
cosas por el estilo, entonces no existimos. Que sigan pensando así y diciendo
eso, es su problema. Nosotros no vamos con la corriente como el MPD en su
corriente reformista con padrinos burgueses, sino que vamos contra la
corriente, contra el gobierno fascista, la derecha tradicional y el
revisionismo/reformismo. En ese sentido no nos podemos arriesgar infantilmente
y el pueblo nos irá conociendo poco a poco por los canales y formas
correspondientes.
COMBATIR
al fascismo, en la medida de las posibilidades ir desarrollando la agitación y
propaganda contra el régimen. Los clásicos nos hablan de la lucha económica,
lucha política y lucha teórica, combinar las tres. Los puntos flacos del
gobierno son muchos, por ahí debemos combatirlo como lo que es un gobierno de
grandes burgueses y terratenientes sometidos al imperialismo.
En
todo este periodo las fracciones comunistas tenemos grandes retos:
-Bregar
por difundir el Maoísmo y el programa de los comunistas entre las masas.
-Hoy
más que nunca es clave comprender a cabalidad que etapa de la revolución
atraviesa el país, pues proponer el socialismo es estrechar el frente de la
revolución, desorientar al campesinado y darle oportunidad a las clases
dominantes para que nos aíslen. Corresponde la etapa democrática de la
revolución, la de nuevo tipo. No comprender esto conduce al revisionismo
trostkista, a la derrota de la lucha revolucionaria. Pero comprender esto se
traduce en construir bajo la consigna “el campesinado la fuerza principal, el
proletariado la fuerza dirigente” y contar con un programa agrario
revolucionario acertado.
-Impedir
que corporativicen al campesinado, al respecto el mismo gobierno se da cuenta
de que en importantes sectores del campo va perdiendo espacios, un ejemplo es
el informe de Alianza País sobre la Sierra-Centro del Ecuador, y no es solo ahí
en muchos otros lugares el campesinado está desilusionándose del gobierno pues
la tan mentada reforma agraria no pasa de ser un cuento grotesco que jamás va a
cumplir el gobierno, y Correa ya lo ha dicho públicamente y si lo hace será una
farsa donde habrá más shows mediáticos que tierras entregadas.
-Y
lo más importante construir y prepararse estratégicamente para el estallido
revolucionario, para la Guerra Popular pues todo lo demás si no va en esa
dirección se convierte en vanos esfuerzos y hasta en erróneos caminos.
Está
en los comunistas y revolucionarios de nuevo tipo el ir trabajando para
derrotar al fascismo a mediano plazo, bien decía Mariátegui que las batallas
finales y decisivas no serán entre el fascismo y la “democracia” sino entre el
fascismo y el comunismo, corresponde entonces trabajar a paso firme, sin
desmayo, venciendo obstáculos, forjando militantes, generando las condiciones
objetivas y subjetivas de la unificación y para la GP. La tarea que se nos
presenta es compleja, difícil, pero la ruta ya está trazada, caminamos con la
certeza de un viajero con su brújula y mapa.
Comité de Reconstrucción
Partido Comunista del Ecuador
23/06/2012