“El fascismo, antes
bien, se creía revolucionario. Su propaganda tenía matices subversivos y
demagógicos. El fascismo, por ejemplo, ululaba contra los nuevos ricos.”
José Carlos Mariátegui
La
ganancia de Chávez para un periodo más en Venezuela requiere profundo
desenmascaramiento para no caer en la retórica de la reacción y el
revisionismo.
1.-Hugo
Chávez representa a la burguesía burocrática, facción de la gran burguesía, que
es una clase social propia de los países donde se desenvuelve el capitalismo
burocrático. Chávez, el PSUV y toda la alta burocracia se vienen enriqueciendo
por medio de la contratación de obras públicas, utilizando la institucionalidad
estatal como palanca de ascenso económico.
2.-El
régimen de Chávez en modo alguno ha sido, es o será “democrático” y
“patriótico” como falsamente lo vienen sosteniendo el revisionismo; al
contrario, es un gobierno que aplica formas fascistas y corporativistas, al
punto de que absorbió a todas las organizaciones populares y de “izquierda” en
un solo partido, el PSUV que funciona como un ente estatal plenamente
coordinado con las FFAA burguesas y el aparato policial. En Venezuela se aplica
la consigna “todos pueden organizarse,
pero bajo las órdenes de Chávez”.
3.-A
lo largo de todos estos años no se ha producido ningún cambio revolucionario,
al contrario se aplica una fachada “revolucionaria” en el discurso y la
propaganda –acompañada de unas cuantas reformas- precisamente para frenar un
verdadero estallido revolucionario de las masas pobres. Todo lo que se ha hecho
no es sino la entrega de migajas a los pobres, lanzadas desde la mesa del
poder. Las misiones no son otra cosa que mecanismos para amortiguar
coyunturalmente la pobreza de las masas mientras los grandes burgueses y
terratenientes siguen enriqueciéndose en Venezuela. Al respecto vale recordar
las sabias palabras de Lenin: “El
reformismo es una manera que la burguesía tiene de engañar a los obreros, que
seguirán siendo esclavos asalariados, pese a algunas mejoras aisladas, mientras
subsista el dominio del capital.”
4.-El
“socialismo del siglo XXI” junto con el bolivarianismo son la cobertura
ideológica que Chávez, junto a otros presidentes de las burguesías burocráticas
en América Latina y el revisionismo cubano, usan para confundir, dispersar y
aplastar al pueblo.
5.-Chávez
no tiene nada de “anti-imperialista”. Tan solo lanza algunos discursos contra
los EEUU al que llama el “imperio del norte”. Sin embargo, los monopolios
imperialistas siguen funcionando en Venezuela en los renglones automotrices,
alimenticios, etc. Además, si en alguna medida se ha distanciado de la política
exterior de EEUU es porque ha decidido alinearse a los imperialismos ruso y
chino a quienes entrega las riquezas petroleras, contratación pública, y
otros. Es decir, Chávez sirve a varios
amos y a la vez se sirve de ellos, todo esto en perjuicio de los verdaderos
intereses estratégicos del pueblo venezolano.
6.-No
existe el menor indicio de poder popular en Venezuela. ¿Dónde están los comités
de obreros y trabajadores administrando directamente las grandes fábricas?,
¿dónde están los comités de campesinos pobres confiscando las grandes haciendas
y distribuyendo esas tierras?, ¿dónde están las milicias populares enfrentando
a los grandes burgueses?, ¿dónde están los comités de pobladores pobres
confiscando las grandes propiedades habitacionales y dándolas a los más pobres
para que las habiten? Todo eso en Venezuela no existe. Es imposible que exista
bajo la dirección de Chávez, pues él no puede irse contra sus intereses de
clase y los del conjunto a los que representa.
7.-Capriles
y la mesa de “unidad democrática” no son otra cosa que la representación
política de la burguesía compradora, de los sectores de la derecha tradicional
venezolana. Si tienen pugnas con Chávez es únicamente en la forma de cómo se
reparte el pastel de la contratación pública y de la explotación de los
trabajadores, y sobre todo, por cuál imperialismo inclinarse sobre la base de
cuál da más réditos económicos y políticos.
8.-El
triunfo de Chávez en Venezuela estimulará los proyectos de los gobiernos de la
burguesía burocrática en la región. Así por ejemplo, le da impulso a la
relección del fascista Rafael Correa en Ecuador en las elecciones de febrero
del 2013; de Evo Morales al 2016, Mujica, Ortega, Cristina Fernández y otros.
Ésta década: 2010-2020, en varios países de América Latina, corresponde al
turno de los gobiernos de la burguesía burocrática; luego vendrán los de la
burguesía compradora.
9.-Tanto
Chávez y Capriles estuvieron, están y estarán contra las masas populares; el
primero se enriquece apoyado en el viejo Estado y el segundo con la venia del
gran capital. Pese a sus “diferencias”, los dos se unieron para legitimar la
democracia burguesa y reducir el alto índice de ausentismo electoral que llega
al 30% (unos 3 millones de personas); y en el curso de la campaña ambos
aplicaron la “estrategia” de vestirse de “izquierda”, “bolivarianos” y de
levantar la “propuesta” de las misiones de caridad y asistencialismo.
10.-El
domingo 7 de octubre ganaron por un lado, Chávez como “presidente” de la
República y por otro lado, Capriles como “prestigiada cabeza” de la oposición;
pero perdió ampliamente el proletariado y el pueblo de Venezuela. Las reformas
y migajas que el gobierno de Chávez da a las masas son solo un espejismo
momentáneo y pasajero: la historia de regímenes similares como el de Velasco
Alvarado en el Perú o Rodríguez Lara en Ecuador demuestran como esos gobiernos
sirvieron exclusivamente para contener a las masas y cuando ya no eran útiles
al imperialismo fueron barridos y las masas quedaron frustradas, escépticas con
aquellos “presidentes revolucionarios”…a los que ya nadie recuerda sino como
experiencias reaccionarias.
11.-Vale,
además, desenmascarar una de las más grandes mentiras que Hugo Chávez, el PSUV
y demás revisionistas vienen “planteando” para negar que el actual régimen
venezolano sea fascista: dicen que Chávez está “ganando las elecciones”
mientras que Mussolini o Hitler supuestamente serían caudillos que llegaron al
poder por otros medios. Esto es una tergiversación absoluta de la historia,
pues Benito Mussolini y el Partido Nacional Fascista ganaron las elecciones
legislativas de 1924, en tanto que Hitler y el NSDAP ganaron sucesivamente las
elecciones de 1930 y 1932, al punto de que el presidente alemán Hindenburg se
vio obligado a nombrar a Hitler como canciller de la República en 1933. Por
eso, el hecho de que Chávez gane las elecciones burguesas en Venezuela no significa
que no sea fascista.
12.-Los
comunistas y revolucionarios marxistas-leninistas-maoístas debemos cerrar filas
en contra del imperialismo y sus títeres como Chávez, en contra del
revisionismo que trata de arrastrar a las masas a vivir la ilusión del reformismo.
Que los trotskistas, hoxhistas, bolivarianos, kaustkyanos y otros apoyen al
gobierno fascista de Chávez no es nada raro, al contrario es algo absolutamente
inherente a su condición de oportunistas, pero no podemos ni debemos permitir
que a nombre del marxismo-leninismo-maoísmo exista siquiera la menor duda o
fisura respecto a no catalogar a Chávez como un fascista y pro-imperialista,
burgués burocrático y contra-revolucionario. Combatir al chavismo como parte
del combate al imperialismo y a la gran burguesía en América Latina es un deber
de todo revolucionario verdadero.
“Para comprender esas
luchas tan enconadas, que llegan hasta ser sangrientas algunas veces, en
Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, etc., entre el gobierno y los partidos
(“tradicionales”, llamados también en otros: “la partidocracia”), tenemos que
coger la tesis partidaria que en la gran burguesía hay dos facciones:
compradora y burocrática, cuya comprensión sigue siendo clave para comprender
el proceso político latinoamericano, clave para manejar una estrategia y
táctica; ella nos permite comprender como contienden, como se coluden y pugna
la gran burguesía en cada uno de nuestros países y nos arma para evitar
ponernos a la cola de una u otra facción de la gran burguesía bajo cuento de
burguesía nacional o del “socialismo del siglo XXI”.” PCP Revista “Sol Rojo”
número 29, diciembre 2007.
COMITÉ DE
RECONSTRUCCIÓN DEL PCE
08/10/12