El Comité de Reconstrucción del Partido Comunista
del Ecuador, expresa un ferviente saludo proletario al conmemorarse el 95
aniversario de la Revolución de Octubre.
Se cumple un aniversario más en medio de una
creciente lucha anti-imperialista de los pueblos del mundo, de la constitución
y reconstitución de Partidos Comunistas bajo la luz del
marxismo-leninismo-maoísmo.
Nuestro Partido aprovecha esta celebración histórica
para reafirmarse en el legado bolchevique.
-Si es posible derrocar
la dominación del imperialismo y la reacción
La Revolución de Octubre demostró de una forma clara
y concisa que el proletariado y las masas populares de un país pueden derrotar
al imperialismo y sus lacayos, desde luego bajo la condición de que el proceso
lo dirija un Partido Comunista de nuevo tipo. Debemos tenerlo muy presente en
estos días en los cuales la ofensiva burguesa anti-comunista y el derrotismo
pequeño-burgués hablan de un supuesto poder “indestructible” de países como
EEUU, China y otros, por lo cual solo cabe “luchar por reformas”, por
“humanizar” el capitalismo, etc.
Los bolcheviques demostraron que cuando las masas
son dirigidas por verdaderos revolucionarios, con una estrategia científica y
con las armas en las manos, entonces no hay poder alguno que resista.
-Sistema de Estado y
Gobierno
La Revolución de Octubre permitió comprender la
esencia del Estado y el sistema de gobierno. El Estado es una máquina
burocrático-militar en manos de una determinada clase social para aplastar la
resistencia de otras clases sociales, y en base a esto se forma el gobierno.
Más aun nos permite comprender que toda democracia es en el fondo una dictadura
de clase; de esta manera la dictadura burguesa puede manifestarse con formas
demo-liberales o fascistas, con elecciones o sin ellas, de una forma brutal o
una más refinada.
En esa dirección nos enseña que primero se conquista
el poder y luego se forma el gobierno, y no al revés como pretenden los
revisionistas y reformistas quienes creen que primero deben llegar al gobierno
por medio de elecciones y desde ahí van a “tomar el poder”.
-Elecciones burguesas
Frente a las elecciones burguesas, la Revolución de
Octubre nos deja una importante lección. En la época del capitalismo
pre-monopolista (cuando la burguesía era revolucionaria) correspondía que el
proletariado participase –en determinada condiciones- en las elecciones
burguesas incluso con candidatos propios; sin embargo, cuando surge el
capitalismo monopolista o imperialismo (la reacción en toda la línea) ya no
corresponde participar como antes, sino utilizando las elecciones burguesas
exclusivamente con fines de agitación y propaganda o incluso aplicando el boicot
armado, todo según las condiciones concretas del desarrollo del proceso
revolucionario en cada país.
“Indudablemente, quien
de un modo general siguiera sosteniendo la vieja afirmación de que abstenerse
de participar en los parlamentos burgueses es inadmisible en todas las
circunstancias, estaría en un error. No puedo intentar formular aquí las
condiciones en que es útil el boicot, porque el objeto de este artículo es más
modesto: se reduce sólo a analizar la experiencia rusa en relación con algunas
cuestiones actuales de táctica comunista internacional.” (La enfermedad
infantil del izquierdismo en el comunismo. Lenin).
-Partido Comunista de
nuevo tipo
El imperialismo y la reacción vienen desde hace
muchos años atrás sosteniendo falsos partidos comunistas, comunistas de
membrete pero burgueses en los hechos, o como señala Engels “partidos
obreros-burgueses”. Esto lo hacen para evitar o desviar la incorporación de las
masas en la lucha revolucionaria. Así tenemos por ejemplo a “partidos
comunistas” cuyos dirigentes son ministros de gabinetes burgueses, que hacen
alianzas con los partidos de la gran burguesía, que frente al desarme de las
masas -ya sea bajo cualquier pretexto- no hacen ni dicen nada, que se desviven
haciendo cálculos electorales, etc.
Contra todos esos partidos revisionistas y
oportunistas, los bolcheviques enseñaron que solo con un Partido Comunista de
nuevo tipo se puede organizar la revolución, y que dicho partido debe estar
acerado en el fuego de la lucha de clases, con una férrea lucha ideológica en
su interior y cuyos integrantes sirvan al proletariado y al pueblo de todo
corazón, sin intereses personales de por medio.
“La historia del
Partido nos enseña, asimismo, que el Partido de la clase obrera no puede
mantener la unidad y la disciplina dentro de sus filas, no puede cumplir con su
misión de organizador y dirigente de la revolución proletaria, no puede cumplir
su misión de constructor de la nueva sociedad socialista, sin una lucha
intransigente contra los oportunistas dentro de sus propias filas, sin el
aplastamiento de los capituladores en su propio seno.” (Historia del Partido
Comunista –Bolchevique- de las URSS).
-La Guerra
Revolucionaria
Frente al poder del imperialismo y los reaccionarios
y toda su maquinaria estatal burocrático-militar, el proletariado y el pueblo
no tienen otro camino que la lucha armada revolucionaria tal como lo confirma
la historia de la Revolución de Octubre.
El imperialismo y la reacción, en su afán de
adormecer la conciencia de las masas, vienen desarrollando el plan de acuerdos
de paz, que en lo ideológico plantea que en el mundo de hoy no es posible ni
necesaria ninguna lucha armada revolucionaria, que eso era antes, que ahora
corresponde formar partidos políticos legales y participar en elecciones, en
diálogos y consensos, etc. Más aun el revisionismo se hace eco de tales
planteamientos: así por ejemplo en la ciudad de Quito se pueden ver una gran
cantidad de murales del viejo PC y la JCE que dicen “Contra toda violencia”, o
los discursos del PCMLE en los cuales plantean que la lucha armada es viable
cuando hay “dictadura” pero no cuando hay “democracia” y por lo tanto
corresponde participar en elecciones, acumular fuerzas en el parlamento, etc.
Lenin y Stalin fueron muy claros respecto a la
necesidad e inevitabilidad de la guerra revolucionaria:
“Una clase oprimida que
no aspirase a aprender el manejo de las armas, a tener armas, esa clase
oprimida sólo merecería que se la tratara como a los esclavos. Nosotros, si no
queremos convertirnos en pacifistas burgueses o en oportunistas, no podemos
olvidar que vivimos en una sociedad de clases, de la que no hay ni puede haber
otra salida que la lucha de clases. En toda sociedad de clases -- ya se funde
en la esclavitud, en la servidumbre, o, como ahora, en el trabajo asalariado --
, la clase opresora está armada. No sólo el ejército regular moderno, sino
también la milicia actual -- incluso en las repúblicas burguesas más
democráticas, como, por ejemplo, en Suiza -- , representan el armamento de la
burguesía contra el proletariado.” (El programa militar de la revolución
proletaria. Lenin).
La guerra revolucionaria es la Guerra Popular,
concepción militar del proletariado, que aplicada a las condiciones concretas
de cada país, permitirá barrer al imperialismo, grandes burgueses y
terratenientes de la faz de la Tierra, en medio de un complejo sistema de
guerras de todo tipo en medio de las cuales se hundirá el capitalismo y surgirá
el socialismo.
-El papel de las
Jefaturas
En el curso de la Revolución de Octubre, desde los
años en que se iban formando los primeros núcleos organizativos del
proletariado hasta que se dieron las grandes batallas y la construcción del
socialismo, se fueron forjando las Jefaturas del proceso revolucionario,
personas que se caracterizaron por su firme adhesión al marxismo, a los
intereses del proletariado y profundo sentido del movimiento práctico. Esos
militantes se constituyeron en los jefes del Partido que lo orientaban
adecuadamente en cada situación concreta, lógicamente con ayuda de toda la
organización y las propias masas avanzadas. Así, la Revolución de Octubre formó
jefes revolucionarios de la talla de Lenin, Stalin, Sverdlov, Dimitrov y
otros.
-Lucha
anti-revisionista
“El modo más fácil de
tomar una fortaleza es atacarla desde dentro. Para conseguir el triunfo, lo
primero que hace falta es limpiar el Partido de la clase obrera, su Estado
Mayor dirigente, su fortaleza de avanzada, de capituladores, desertores,
esquiroles y traidores.” (Historia del Partido Comunista –Bolchevique- de las
URSS).
La lucha contra el revisionismo es una parte medular
de toda la teoría y práctica de los bolcheviques. Lucha que tiene que darse
dentro y fuera del Partido, caso contrario la fortaleza será tomada desde
adentro y el Partido cambiará su naturaleza de clase convirtiéndose en
oportunista, sirviente del gran capital.
Al respecto vale retomar las características que
Lenin hace del revisionismo para poder identificarlo:
“Determinar su
comportamiento caso por caso, adaptarse a los acontecimientos del día, a los
virajes de las minucias políticas, olvidar los intereses cardinales del
proletariado y los rasgos fundamentales de todo el régimen capitalista, de toda
la evolución del capitalismo, sacrificar esos intereses cardinales en aras de
las ventajas verdaderas o supuestas del momento: ésta es la política del
revisionismo.” (Marxismo y Revisionismo. Lenin).
-El socialismo, sistema
superior al capitalismo
Finalmente, una de las más grandes enseñanzas de la
Revolución de Octubre, es la relacionada a la construcción del socialismo
científico. El Nuevo Poder confiscó las propiedades del gran capital y los
terratenientes devolviéndoselas a los trabajadores, para que las administren y
direccionen. El socialismo permitió resolver las contradicciones: imperialismo-pueblos
oprimidos, capital-trabajo, terratenientes-campesinos pobres.
La desigualdad social y pobreza que el capitalismo
por su propia naturaleza no pudo resolver en 3 siglos de existencia, lo pudo el
socialismo en la Unión Soviética en un periodo de cerca de 30 años (1917-1953).
En la economía, la política y la cultura, el
socialismo demostró ser superior al capitalismo.
-La derrota del
nazi-fascismo
A menudo en la literatura y cine burgueses aparecen
el ejército norteamericano y los ingleses como los que “derrotaron” a los
fascistas. Esto es una tergiversación histórica, pues fue el Ejército Rojo
dirigido por Stalin el principal soporte para la derrota política-militar del
nazi-fascismo, constituyendo Stalingrado la ciudad en la que se dio el viraje
decisivo de la Segunda Guerra Mundial a favor de las fuerzas democráticas y
revolucionarias.
-La traición del XX
Congreso del PCUS
Cuando a fines de la década de los 80 del siglo
pasado caía el “Muro de Berlín” y se desintegraba la Unión Soviética, no era en
modo alguno el socialismo lo que “caía” sino el revisionismo y el
social-imperialismo soviéticos. La perestroika no fue la “vuelta al leninismo”
como lo planteaba Gorbachov sino la apertura desenfrenada al capital financiero
internacional, es decir los dirigentes del PCUS (revisionista) se quitaron la
máscara y aceptaron abiertamente su condición de imperialistas y burgueses.
Fue en el XX Congreso del PCUS en 1956 cuando
comenzó la restauración capitalista en la URSS, cuando sobre la base de atacar la
vida y obra del camarada Stalin, Jrushov usurpó la dirección del Partido y el
Estado.
Esto es algo que nunca hay que olvidar, el combate
al revisionismo dentro y fuera de las filas del Partido.
¡VIVA EL 95 ANIVERSARIO
DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE!
¡SI ES POSIBLE DERROTAR
AL IMPERIALISMO Y LOS REACCIONARIOS!
¡VIVA EL EJEMPLO DE LENIN
Y STALIN!
¡PREPARARSE PARA LA
GRAN OLA DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL QUE SE AVECINA!
COMITÉ DE
RECONSTRUCCIÓN DEL PCE
25/10/2012